En noviembre de 2019 se conoció que Elmezayen, que vivía en la ciudad de Los Angeles, fue acusado de doble asesinato luego de que la fiscalía de EE. UU. descubriera que lo que él presentó como tragedia fue un macabro plan para cobrar unos seguros de vida.

The Washington Post informó en ese momento que el israelí, en el año 2015, simuló un accidente de tránsito para asesinar a su esposa, sus 2 hijos autistas y así cobrar las pólizas.

Ali Elmezayen manejaba un Honda Civic del 98, a su lado iba su esposa y sus hijos estaban en la parte de atrás, con el cinturón de seguridad, cuando supuestamente perdió el control y se fue al agua tras romper las barreras del muelle de Los Angeles.

Él fue el único que salió del agua, pues su ventana estaba abierta, y luego empezó a gritar desesperadamente “¡mis hijos, mis hijos!”. Aunque al inicio todo apuntaba a que era un horrible accidente, para los investigadores hubo un propósito claro era el de acabar con la vida de sus hijos para cobrar 6 millones de dólares de 7 seguros de vida.

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“Este caso alega un plan calculado y de corazón frío para sacar provecho de las muertes de dos niños indefensos”, declaró en su momento Nick Hanna, abogada del Distrito Central de California, aunque para ese momento no tenía las pruebas necesarias para acusar al israelí.

Luego de 2 años, en la que continuó la investigación de este macabro caso, la justicia de Estados Unidos concluyó que Ali F. Elmezayen es culpable y por eso fue sentenciado a 212 años de prisión.

Es el máximo farsante y un hábil mentiroso… y no es más que un asesino codicioso y brutal. El único arrepentimiento que tiene el acusado es que lo atraparon”, dijo el juez John F. Walter en la sentencia.