Durante una conversación con ‘Lo sé todo’, la cantante aseguró que, además de estudiar piano, teatro y francés durante el aislamiento, tuvo un este inesperado problema de salud, que podría ser hereditario, pues es común en su familia.
“Me puse enferma, no de corona (COVID-19), tuve una trombosis y casi morí, pero acá estoy“, expresó la artista, que aún no sabe cómo se desarrolló esta condición, pues un día amaneció sintiéndose mal.




Por la molestia, Anitta tuvo que ir a un centro asistencial, en donde la internaron durante una semana y medicaron para poder desvanecer el trombo, que es una acumulación masiva de sangre.
Como indicó la artista durante la conversación con el programa de Canal 1, la molestia se alojó a la altura de su cadera, por lo que no fue algo tan grave; hubiese sido un caso contrario si estuviese cerca de su corazón.
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