El ruido, parecido a una explosión, que sacudió los cristales de las ventanas en toda la capital francesa y sus suburbios provocó temor entre los parisinos, que viven bajo la amenaza constante de atentados.
Comparable a una explosión, se oyó claramente durante el torneo de tenis de Roland Garros, donde el suizo Stan Wawrinka y su oponente alemán Dominik Koepfer dejaron de jugar durante unos segundos para escrutar el cielo, como lo muestra este video publicado por un usuario de Twitter:
Explosion in Paris heard from games at Rolland Garros pic.twitter.com/3eVhSLrXQQ
— . (@wiIffff) September 30, 2020
“Se escuchó un ruido muy fuerte en París y en su región. No fue una explosión, fue un avión de combate que rompió la barrera del sonido”, escribió la policía de París en su cuenta de Twitter, instando a la gente a dejar de llamar a las líneas telefónicas de los servicios de emergencia.
Este trino del medio The Local France explicaba que no había sido nada diferente al estruendo de un avión de combate supersónico:
If you’re in Paris and you just heard a very loud bang, police say it was just a sonic boom from a passing plane https://t.co/HciuNFZVnc
— The Local France (@TheLocalFrance) September 30, 2020
El Ejército del Aire informó poco después que el ruido fue provocado por un avión caza de tipo Rafale, que despegó de la base aérea de Saint-Diziers (este), para “ir a socorrer a una aeronave que perdió contacto”.




Se le “autorizó a romper la barrera del sonido para llegar lo antes posible”, dijo a la AFP el portavoz de la Fuerza Aérea francesa, el coronel Stéphane Spet.
Romper la barrera del sonido es un término que se usa para explicar lo que ocurre cuando un avión viaja más rápido que la velocidad del sonido, es decir, 343,2 metros por segundo (en el aire).
Al superar esa velocidad se produce una onda de choque que genera un enorme estruendo.
El avión en problemas era un Embraer que, según la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), sufrió una “pérdida de radiofrecuencia” mientras sobrevolaba el oeste de Francia. Pero la comunicación se ha “restablecido”, añadió la DGAC.
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