Aunque aceptó que el club le debe cerca de 22 millones de pesos a la empresaria, Eduardo Pimentel precisó que la indumentaria del equipo profesional quedó mal confeccionada y le tocó cambiar de proveedor, manifestó en la W Radio.

“Ellos entregaron la ropa, pero lastimosamente fue rechazada por el equipo debido a que la maquila fue perversa. No les quedaban los uniformes a los jugadores. Incluso, ella tuvo que recoger toda la ropa y aceptar que tenía que arreglarla”, afirmó.

De acuerdo con el dirigente, el club boyacense presentó toda la documentación del caso en el Ministerio del Deporte, donde se mostraron los certificados del contrato y el incumplimiento de la empresa Quality Sport, precisó en la emisora.

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Pimentel, adicionalmente, aseguró en este mismo medio que piensa demandar penalmente a Rojas por daños y prejuicios en contra de la institución ajedrezada, que no pasa por su mejor momento deportivo.

“Ya nuestros abogados recibieron la orden porque ellas no pueden cobrar por mano propia, quieren cobrar a la brava lo que mal han hecho y yo a la brava no le pago a nadie y menos cuando nos han fallado en todo. Creemos que no vale la pena estar aquí por una suma irrisoria de 22 millones de pesos”, puntualizó.

Boyacá Chicó, por último, rechazó en un comunicado de prensa el comportamiento de la empresaria y afirmó que cumplirá con el pago total de la deuda, como han hecho con sus obligaciones desde su fundación.

Eduardo Pimentel le responde a empresaria que le hizo plantón en Tunja