En la salida de los equipos al gramado del estadio de Lyon, el 10 del Olympique puso su mano sobre la mano del trofeo. Luego, a la media hora del partido sufrió la lesión que lo obligó a abandonar la gran final.

Payet tuvo que dejar la cancha en medio del llanto y abrazado por sus compañeros, y del propio Antoine Griezmann, del Atlético, mientras era sustituido.

Así resume la historia ESPN: