Caterine Ibargüen explicó en entrevista con el periodista Héctor Palau, en la emisora Antena 2, cómo ha sido su retorno a las pistas luego de estar prácticamente un año luchando contra una lesión denominada fascitis plantar.

La urabense tuvo en las más recientes paradas de la Liga Diamante marcas de 13,86 metros en salto triple y de 6,10 en salto largo –modalidades en las que está clasificada a los Juegos Olímpicos–, desempeño que la dejó lejos del podio.

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“Decir que esos resultados no me ponen triste, sería mentir. Registros tan bajos son de cuando yo era menor o juvenil, no son la mejor cara para Tokio”, reconoció.

Pero agregó que su idea es subir hasta su máximo nivel para cerrar su carrera con broche dorado en las justas en la que será la abanderada de la delegación colombiana.

“Se hace borrón y cuenta nueva y se piensa qué hay que hacer para que la Caterine de Río 2016 [oro] vuelva a estar en Tokio. En eso estamos trabajando, para estar con la misma fortaleza o mejor; la estoy metiendo toda”, explicó.

Sin embargo, aclaró que la favorita es la venezolana Yulimar Rojas, aunque dijo no sentirse menos.

“No debo hacerme la vista larga con que tenemos una atleta muy fuerte como Yulimar, y por más que ella salte 17 o 18 metros, en Tokio todas empezamos de cero”, argumentó.

E insistió en que hará lo posible por dejar en alto el nombre del país: “Aún no puedo decir que estoy en óptimas condiciones porque los últimos resultados lo reflejan, pero debo coger ritmo competitivo… Hoy me doy una calificación de un 8 sobre 10, pero a Tokio y quiero llegar en más de 10”.

Ibargüen, de 35 años de edad, también se está adaptando a su nuevo entrenador, para lo que anunció que tendrá un par de eventos antes de ir a los Olímpicos.