Durante el fin de semana, los abonados del América de Cali compraron casi 21.000 boletas, dejando solo 16.000 para los aficionados ‘escarlatas’ en todo el país que podrían adquirir su entrada el pasado lunes.

Sin embargo, esas 16.000 entradas se agotaron en solo una hora, en medio de reclamos de miles de hinchas por la congestión en la página web de la empresa encargada de comercializarlas. La mayoría de las boletas que se vendieron se quedaron en las manos de los aficionados que acudieron a los puntos de venta en las principales ciudades del país.

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Pero con el pasar de las horas, los revendedores se convirtieron en los villanos de la semana previa al partido de vuelta de la final entre América y Junior. El rechazo hacia ellos es tan alto que, en los últimos días, varios de ellos han sido víctimas de golpizas y robos.

El alcalde electo de la capital vallecaucana, Jorge Iván Ospina, fue uno de los miles de hinchas ‘rojos’ que mostró su inconformidad por lo sucedido y arremetió contra los revendedores. “Es muy triste constatar que a hora y media de inicio de las ventas, ya no hay. ¿Fueron acaparadas para la reventa? ¿No salieron todas a la venta?”, comentó el exsenador en su cuenta de Twitter.

Después de dos tuits iniciales, Ospina publicó otros dos en los que, de forma apresurada, acusó a los directivos del América de tener un entramado con los revendedores.

El presidente del club, Tulio Gómez, aclaró en los últimos días que de las 16.000 boletas que se podían comprar el lunes, los hinchas ‘escarlatas’ se quedaron con 10.000 a través de la página web de la empresa que las comercializa y las otras 6.000 quedaron en manos de los aficionados que madrugaron a hacer su fila en los más de 70 puntos de venta físicos que había en el país.