
La transición acelerada hacia la movilidad eléctrica se ha convertido en uno de los mayores retos para la infraestructura urbana del país. Esta transformación, impulsada por políticas públicas, avances tecnológicos y una ciudadanía cada vez más consciente, no solo modifica el paisaje del transporte, sino que redefine los riesgos dentro de las edificaciones.
Un punto crítico en este escenario es la preparación de los parqueaderos, tanto públicos como privados, para responder ante incendios que involucren vehículos eléctricos.
Según cifras de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), Colombia cerró 2024 con más de 42.000 vehículos eléctricos registrados, un crecimiento acumulado de más del 300% respecto a 2020. Por su parte, la Andi y Fenalco reportaron la venta de 9.178 vehículos eléctricos durante el último año, un incremento del 150 % frente al año anterior, lo que posiciona al país como el tercer mercado más importante en movilidad cero emisiones en América Latina.
¿Qué pasa con los parqueaderos en Colombia y qué problema vendría?
En Colombia existen aproximadamente 17.000 parqueaderos registrados formalmente, según la Asociación Colombiana de Parqueaderos (Acoparq), aunque la cifra real podría superar los 35.000 si se incluyen los informales. Lo alarmante es que solo el 25 % de estos espacios cuenta con licencia de funcionamiento y registro ante las Cámaras de Comercio.
Pero más allá de la formalización, el verdadero foco rojo está en la seguridad. Menos del 10 % de los parqueaderos cuenta con sistemas certificados de protección contra incendios, según un análisis de la Asociación Nacional de Protección Contra Incendios (ANRACI).
Los parqueaderos subterráneos, en particular, con techos bajos y escasa ventilación, son altamente vulnerables: carecen de detectores de gases, rutas de evacuación señalizadas o sistemas de supresión automática.
“Colombia está avanzando en movilidad eléctrica, pero su infraestructura aún no se adapta a los nuevos riesgos. La mayoría de los parqueaderos fueron diseñados pensando en vehículos de combustión, no en autos con baterías de litio, que requieren estándares mucho más exigentes de seguridad. Los sistemas actuales en parqueaderos, no son suficientes para atender este tipo de emergencias. Se requiere una transición urgente hacia tecnologías más robustas y apropiadas”, afirma el Ingeniero Alex Rodríguez Aparicio, presidente de ANRACI.
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Vehículos eléctricos tendrían riesgos con parqueaderos
A diferencia de los vehículos a gasolina o diésel, los eléctricos utilizan baterías de litio, cuyo comportamiento en caso de incendio es más complejo y peligroso. Entre los principales riesgos se destacan:
- Reacción térmica descontrolada: una celda puede fallar por sobrecalentamiento y desencadenar una reacción en cadena.
- Emisión de gases tóxicos: el fuego libera sustancias como fluoruro de hidrógeno y monóxido de carbono, altamente peligrosas para la salud.
- Reignición espontánea: los incendios pueden reactivarse incluso horas o días después de haber sido controlados.
- Dificultad de extinción: los agentes extintores tradicionales no siempre funcionan de manera efectiva.
Estos factores hacen que un incendio en un vehículo eléctrico represente una amenaza no solo para las estructuras y los usuarios, sino también para el personal de emergencia.
Vehículos en Colombia tendrían problemas con parqueaderos
En medio de este panorama, la preparación frente a los nuevos riesgos derivados de la movilidad eléctrica será uno de los temas clave que se abordarán en la Fire Expo Latam, un encuentro especializado que reunirá a expertos nacionales e internacionales en Medellín, del 30 de septiembre al 2 de octubre. La agenda académica y técnica busca abrir un debate profundo sobre los vacíos normativos, los desafíos de adaptación urbana y las mejores prácticas en protección contra incendios en edificaciones que reciben o albergan vehículos eléctricos.
A este auge se suman las exigencias de la Ley 1964 de 2019, que ordena que entre el 20% y 30% de la flota de las entidades estatales sea eléctrica a partir de 2026, así como una política nacional activa de incentivos fiscales y de circulación preferente en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali. Sin embargo, este avance demanda entornos físicos seguros y actualizados, donde los parqueaderos se convierten en eslabones clave, no solo para la circulación y recarga, sino también para la gestión del riesgo.
Normas para seguridad de parqueaderos en Colombia
La normativa técnica colombiana en seguridad contra incendios se encuentra dispersa entre el Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente (NSR-10), las normas ICONTEC (como la NTC 1669 y la 2885) y el Código Eléctrico Colombiano (NTC 2050). Sin embargo, ninguna contempla de forma explícita los requisitos para parqueaderos con presencia de vehículos eléctricos o estaciones de carga, lo que deja una preocupante brecha en términos de regulación.
“Necesitamos una actualización urgente del marco normativo que contemple las condiciones particulares de los parqueaderos con vehículos eléctricos. No podemos permitir que la innovación avance más rápido que la seguridad. La realidad en Colombia es que no estamos completamente preparados para este nuevo riesgo. Aunque se han hecho avances normativos y técnicos en algunos proyectos privados y centros comerciales de gran escala, la mayoría de los parqueaderos no están diseñados ni equipados para enfrentar incendios asociados a vehículos eléctricos.”, señala el ingeniero Hugo Torres Bahamón, director Ejecutivo de ANRACI.




Desde esa entidad se hace un llamado urgente a todos los actores del ecosistema urbano para actuar de forma proactiva:
- Gobierno nacional: actualizar el marco normativo para incluir exigencias claras en materia de seguridad contra incendios en edificaciones con vehículos eléctricos.
- Autoridades locales y alcaldes: impulsar planes piloto en las principales ciudades en articulación con cuerpos de bomberos y gremios especializados.
- Constructores: contemplar desde el diseño las nuevas necesidades técnicas que impone la movilidad eléctrica.
- Administradores de parqueaderos: invertir en sistemas de detección temprana, ventilación, supresión automática y capacitación técnica.
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