
En medio de las preocupaciones que puedan existir en la realidad financiera del diario vivir como el aumento de salario mínimo y más, el cuidado del pelo tiene un capítulo especial en la salud mental.
¿Por qué hay quienes se cortan el pelo a sí mismos?
Cortarse el cabello uno mismo, según la psicología, puede ser una acción cargada de significado y simbolismo. Aunque no existe una única interpretación, diversos estudios y análisis han identificado varios motivos que podrían subyacer a esta decisión:
- Deseo de control: en momentos de incertidumbre o cambio, cortarse el cabello puede ser una forma de tomar las riendas de una situación y sentirse más en control. Al modificar la apariencia de manera tan visible, se reafirma la autonomía.
- Renovación personal: un corte de cabello drástico puede simbolizar un nuevo comienzo, una transformación o un deseo de dejar atrás el pasado. Es una forma de marcar un antes y un después en la vida.
- Expresión de emociones: en ocasiones, cortarse el cabello puede ser una manera de canalizar emociones intensas, como tristeza, enojo o frustración. Es una forma de liberar tensiones y buscar un alivio emocional.
- Autoafirmación: al desafiar las normas sociales y hacer un corte de cabello por cuenta propia, se hace una declaración de independencia y autoafirmación. Es una forma de decir “Yo puedo hacerlo”.
- Rebeldía: en algunos casos, cortarse el cabello uno mismo puede ser una forma de rebelarse contra las expectativas sociales o familiares. Es una manera de marcar la diferencia y expresar la individualidad.
¿Qué dice la psicología sobre el cabello?
La psicología, al explorar la relación entre la mente y el cuerpo, ha dedicado una considerable atención al cabello. Si bien no existe una teoría unificada, se han identificado varios aspectos clave:
- Expresión personal: es una de las primeras características que se notan en los demás y que se usan para formar las primeras impresiones. La forma de peinarse, cortarse o teñirse es una forma de expresar la identidad, personalidad y estilo.
- Pertenencia a un grupo: los peinados y estilos capilares a menudo se asocian con ciertas culturas, subculturas o grupos sociales. El cabello puede ser una forma de mostrar a qué grupo se pertenece o con quién se identifica.
- Espejo del estado emocional: El cabello puede reflejar nuestro estado emocional. Por ejemplo, el estrés puede provocar la caída del cabello, mientras que la excitación o la felicidad pueden hacer que nuestro cabello se vea más brillante y saludable.
- Mecanismos de afrontamiento: Cambiar nuestro peinado o color de cabello puede ser una forma de afrontar cambios importantes en nuestra vida o de expresar emociones difíciles.
- Trastornos psicológicos: algunos trastornos psicológicos, como la tricotilomanía (impulso incontrolable de arrancarse el cabello), pueden tener un impacto significativo en la imagen corporal y la autoestima.
- Imagen corporal: la apariencia del cabello puede influir significativamente en cómo se siente acerca de sí mismo. Un cabello sano y cuidado puede aumentar la autoestima y confianza.
- Inseguridades: por otro lado, problemas capilares como la caída del cabello, la caspa o el cabello encrespado pueden generar inseguridades y afectar la autoestima.
- Rituales y tradiciones: en muchas culturas, el cabello tiene un significado simbólico y está asociado con diversos rituales y tradiciones. Por ejemplo, cortar el cabello puede simbolizar un nuevo comienzo o dejar atrás el pasado.
- Poder y estatus: históricamente, el cabello se ha utilizado como símbolo de poder y estatus social.




¿Qué tiene que ver el cabello con las emociones?
Aunque no existe una conexión científica directa y comprobada entre el cabello y las emociones, sí es posible encontrar varias razones por las cuales se establece esta relación:
- Expresión de identidad: el cabello ha sido históricamente un símbolo de identidad, estatus social y pertenencia a un grupo. Cambiarlo o cuidarlo de cierta manera puede ser una forma de expresar quiénes somos o cómo nos sentimos.
- Rituales y tradiciones: en muchas culturas, el cabello tiene un significado especial y se asocia con ritos de paso, cambios de vida o estados emocionales. Por ejemplo, cortarse el cabello puede simbolizar un nuevo comienzo o dejar atrás el pasado.
- Belleza y autoestima: un cabello sano y cuidado puede aumentar nuestra autoestima y hacernos sentir más seguros y atractivos. Por el contrario, problemas capilares pueden generar inseguridades y afectar nuestro estado de ánimo.
- Estrés y ansiedad: el estrés crónico puede afectar el ciclo de crecimiento del cabello y provocar problemas como la caída del cabello. Además, cuando estamos ansiosos o preocupados, podemos recurrir a hábitos como arrancarnos el cabello (tricotilomanía).
- Cambios hormonales: las hormonas influyen en el crecimiento del cabello y pueden provocar cambios en su textura y apariencia durante etapas como la pubertad, el embarazo o la menopausia. Estos cambios hormonales a menudo van acompañados de fluctuaciones emocionales.
- Condicionamiento clásico: se asocian ciertos peinados o estilos de cabello con determinadas emociones o recuerdos. Por ejemplo, un corte de cabello radical puede estar asociado con un cambio importante en nuestra vida y causar sentimientos de liberación o renovación
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.
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