Gracie Bon responde al 'bullying' de sus redes y asegura que no se ha inyectado nada
La 'influencer' de talla grande, con millones de seguidores, cuenta que más que los juicios de la gente, lo que más le ha dolido es la enfermedad que padece.
Gracie vivió años con dolor, inflamación y críticas por su cuerpo, hasta que descubrió que no era sobrepeso: era lipedema, una enfermedad que afecta a millones de mujeres sin que lo sepan.
No importa cuántas dietas hizo ni cuántas veces entrenó: su cuerpo no respondía. Porque no se trataba de “falta de disciplina”, sino de una condición crónica, dolorosa y silenciosa.
Así que si sientes que tu cuerpo no responde a dietas ni al ejercicio busca asesoría médica. Una condición silenciosa, poco diagnosticada y profundamente invalidante podría ser la razón.
El lipedema es una enfermedad crónica del tejido graso que aún no está totalmente clara en el campo médico y que afecta a millones de mujeres en el mundo sin que ellas lo sepan. Se confunde con obesidad, pero no lo es. Duele, inflama y aísla.
La influencer panameña Gracie Bon lo vivió en carne propia: toda su vida creyó que sus piernas anchas eran resultado de comer mal. Pero un diagnóstico reciente le dio una verdad muy distinta y poderosa.
¿Qué es el lipedema y por qué sigue siendo una enfermedad invisible?
El lipedema es una enfermedad progresiva que provoca la acumulación anormal de grasa en piernas, caderas y, a veces, brazos. Afecta casi exclusivamente a mujeres y está ligada a factores hormonales y genéticos.
Según la Lipedema Foundation (2023), entre el 11 % y el 18 % de las mujeres podrían padecerlo, pero la mayoría no tiene diagnóstico. Se confunde con obesidad, pero no desaparece con dieta ni con ejercicio, lo que genera frustración, culpa y estigmatización.
“Yo pensaba que simplemente tenía piernas grandes… hasta que el dolor no me dejó caminar”, reveló Gracie Bon en entrevista con People en Español (en 2024).
Quién es Gracie Bon y qué le pasó
Gracie Bon es una modelo ‘plus size’ e ‘influencer’ con millones de seguidores, que convivió durante años con dolor, inflamación y juicios por su cuerpo. Fue en una clínica en Miami donde, finalmente, recibió el diagnóstico: lipedema en etapa avanzada.
“Lloré, pero también me sentí aliviada. Por fin entendí lo que pasaba con mi cuerpo”, expresó.
Su historia expone una realidad urgente: el lipedema tarda entre 15 y 25 años en diagnosticarse (Warren et al., Journal of Vascular Surgery, 2022). Esto implica décadas de desinformación médica, tratamientos erróneos y daño emocional.
¿Por qué no adelgazas? El lipedema no responde a dieta ni ejercicio
Una de las características más devastadoras del lipedema es que la grasa que genera no se elimina con planes alimenticios ni rutinas físicas convencionales. Esto provoca en quienes lo padecen una sensación de derrota y desconexión con su cuerpo.
La Cleveland Clinic (2023) indica que este tejido adiposo tiene una estructura diferente, más fibrosa e inflamatoria, que resiste los estímulos normales de pérdida de peso. Además, puede causar dolor al tacto, morados espontáneos y pérdida de movilidad.
“Yo me mataba en el gimnasio. Vivía a dieta. No entendía por qué mi cuerpo no cambiaba”, cuenta Gracie.
El lipedema es un ejemplo más de cómo el dolor femenino ha sido históricamente desestimado. Esta condición se encuentra ausente en la mayoría de los currículos médicos, según la doctora Karen Herbst, una de las principales investigadoras en Estados Unidos sobre el tema.
Por eso, muchas mujeres reciben diagnósticos erróneos: desde obesidad hasta depresión, pasando por “retención de líquidos” o “problemas de autoestima”.
“No soy perezosa ni descuidada. Tengo una enfermedad que nadie me enseñó a identificar”, insiste Gracie en sus redes.
¿Cómo saber si puedes tener lipedema?
Aunque el diagnóstico sólo debe hacerlo un especialista, estos signos pueden ser una alerta:
Tus piernas tienen un volumen desproporcionado frente al resto del cuerpo.
Sientes dolor, pesadez o sensibilidad en esas zonas.
Te salen hematomas con facilidad.
Tu cuerpo no responde a dieta ni ejercicio.
El tejido graso se siente duro o nodular al tacto.
No hay hinchazón en los pies (a diferencia del linfedema).
Si identificas varios de estos síntomas, lo ideal es consultar con un médico vascular o un especialista en enfermedades linfáticas.
Gracie Bon, una voz necesaria: el activismo desde el cuerpo
Con más de 10 millones de seguidores, Gracie ha decidido usar su visibilidad para hablar del lipedema, pero también para desafiar los estigmas en torno a la gordura, el dolor y la belleza femenina.
Su testimonio ha motivado a miles de mujeres a consultar, investigar y exigir una atención médica más informada y empática.
“Mi cuerpo no está roto. Solo está esperando que lo entiendan desde la verdad”, escribió recientemente.
La historia de Gracie Bon es el grito de muchas mujeres que han sido juzgadas, ignoradas y maltratadas por un sistema que no entiende sus cuerpos. El lipedema no es pereza, ni gula, ni falta de voluntad: es una enfermedad real que merece ser nombrada, tratada y visibilizada.
Hablar de ella no es solo un acto de salud: es también un acto de justicia. Porque cuando entendemos nuestros cuerpos desde el conocimiento y no desde la culpa, empezamos a sanarlos… y a reconciliarnos con ellos.
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