De acuerdo con el medio Times Now News, Hahn se quedó ciego al sufrir un glaucoma y Knecht nació con una espina bífida, un defecto neuronal que la hizo depender de la silla de ruedas para movilizarse.
Knecht y Hahn se hicieron muy buenos amigos porque compartían el gusto de viajar, acampar y escalar rocas.
A pesar de las dificultades, ambos decidieron emprender una aventura de recorrer los principales bosques y montañas del país.




Para tal objetivo, Hahn lleva a Knecht en la espada y ella le indica por dónde caminar; es decir, él es las piernas y ella, los ojos.
En una cuenta de Instagram, la pareja publica fotos y videos de sus viajes. Se han vuelto muy populares en la red social y hasta el momento tienen más de 21.000 seguidores.
“Juntos, somos el equipo ideal. Ha sido genial compartir nuestra historia con la gente, y espero que aliente a otras personas a probar lo que estamos haciendo, o simplemente para que cualquiera amplíe su visión del mundo”, comentó Knecht en una entrevista para el programa Good Morning America.
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