Alrededor del mundo hay diferentes casos de ludópatas que llegan a perder todo en su vida por culpa de la adicción a los juegos electrónicos o de azar. Aunque esta no fue su situación, Santiago Caamaño contó lo cerca que estuvo de perder hasta su propia vida por culpa de la desesperación a la que lo llevó el mundo de las apuestas.

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Desde los 14 años, el joven oriundo del municipio de Muros, en el norte de España, conoció el juego y vio que por medio de él podía llegar a tener altas ganancias. No obstante, en un solo día llegó a perder más de 14.000 dólares, es decir unos 64 millones de pesos al cambio de hoy, según le contó a BBC.

En su relato, Caamaño aseguró que ni su familia ni sus amigos llegaron a darse cuenta de lo que estaba ocurriendo con él debido a las diferentes mentiras que decía con el fin de obtener dinero para apostar.

“Es como un círculo vicioso del que no sales […]. Yo siempre digo lo mismo, el que se vuelve ludópata es porque jugó alguna vez. El que no juega no va a ser nunca ludópata. Entonces, ¿para qué arriesgar?”, se cuestionó el joven en el medio mencionado.

Según explicó, primero jugó póker en su época de colegio, pero luego se dio cuenta de que podía jugar en Internet. Fue allí donde falsificó la identidad de su madre, ya que con 15 años él todavía no era apto para apostar.

“Hacía recargas de 10 euros, que era lo mínimo que podías meter. Para cobrar sí que habría tenido que meter los datos de mi madre. Siempre tuve la esperanza de ganar muchísimo dinero y que así a mi madre no le pareciera tan mal, pero ese momento nunca llegó”, agregó en su relato al canal.

Después del póker, Caamaño conoció las apuestas deportivas y fue allí donde se volvió aún más adicto.

“Hacía favores a mis compañeros de piso para que me dieran dinero, iba a la compra, llegué a vender droga… Pensaba mil maneras para poder conseguir dinero y acababa debiendo dinero. Al final gastaba siempre el 120% de lo que tenía, porque siempre acaba debiendo. Hubo un día que llegué a ganar €13.000 [un poco más de $ 64 millones] en apuestas deportivas online y a la hora y media ya no tenía nada”, comentó.

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Después de varias pérdidas y deudas, el joven decidió contarle a su familia lo que estaba ocurriendo y fue allí donde encontró el apoyo que necesitaba. Entró a un lugar de rehabilitación, pero tiempo después recayó.

“La primera recaída la conté, pero se volvió en otra recaída y otra y otra y después ya no quería contarlo y volví al círculo. Pedí el alta voluntaria de la rehabilitación diciendo que estaba bien, pero era mentira. Llevaba tiempo yendo a rehabilitación y cuando salía de las reuniones de grupo me iba a jugar. Me estaba engañando a mí mismo y a todo el mundo”, agregó el español.

Cuando su familia se dio cuenta de que había vuelto a apostar, le echaron de la casa y tuvo que irse a vivir solo. Incluso, de acuerdo con su relato, pensó en atentar contra su vida en caso de perder una apuesta más.

No obstante, algo en su vida cambió y acudió a un psicólogo en busca de ayuda. Desde ese momento es otro y ahora con 29 años vive una vida más estable económicamente, según dijo.

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“Yo pasé por lo peor que se puede pasar, creo, y fui capaz de salir. Hay baches, pero los baches tampoco son la muerte de nadie. No hacerlo [buscar ayuda] ni por tu madre, ni por tu novia, ni para demostrarle nada a la gente que puedes, sino que si no lo haces por ti, porque quieres salir tú”, fue el mensaje que les envió el joven en el mismo medio a quienes estén pasando por su situación.