“Manténganse seguros, ayuden a sus vecinos y lávense las manos”, escribió Salerno en una nota que les dejó a sus arrendatarios, avisándoles que no debían pagar la renta de abril, informó The New York Times.

En entrevista con el diario estadounidense, el empresario señaló que no le preocupaba el dinero que dejaría de recibir (unos 224.000 dólares, equivalentes a más de 875 millones de pesos), sino el bienestar de todos sus inquilinos, que alcanzan a ser unos 200.

“Solo asegúrense de tener comida en la mesa. Cuiden a sus seres queridos, a sus familias. Si tienen mascotas, asegúrense de que ellas tengan comida”, les dijo el noble hombre a sus arrendatarios, indicó el Gothamist.

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“En cuanto a mí, Dios es bueno conmigo. Tengo éxito”, agregó Salerno.

De acuerdo con el portal neoyorquino, la familia del empresario es propietaria de una estación de gasolina que opera desde 1959 y que se mantiene activa durante la cuarentena al considerarse esencial para proveer de combustible a ambulancias y vehículos de la policía.

Ante el gesto que el arrendatario tuvo con sus inquilinos, “muchos” de ellos se ofrecieron en ayudar en la gasolinera como agradecimiento; sin embargo, Salerno no aceptó sus ofrecimientos, reportó el mismo medio.

Esta historia contrasta notablemente con la actitud que algunos arrendadores han tenido en Colombia: en plena cuarentena, han echado a la calle a familias con ancianos y niños. El último caso que se conoció fue el del propietario de una vivienda en Bogotá que dejó sin casa a 2 adultos mayores cuando estos salieron a una cita médica.

Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz

Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.