Estos mamíferos tienen más de 1.400 especies distintas alrededor del mundo y la mayoría vive en colonias. Lo que implica que muchos de estos animales pasan sus días con cientos o miles de su misma especie lo que facilita la transmisión del virus, detalló Gizmodo.

De acuerdo con estudios científicos recientes, los murciélagos suelen desarrollar tolerancia a muchos de los virus gracias a su temperatura corporal y allí estaría la respuesta a su inmunidad. 

La energía que liberan al volar incrementa la temperatura en sus cuerpos, que oscila entre 38 y 31 grados Celsius. Gracias a esto, los patógenos evolucionan y logran soportar las temperaturas, indicó un estudio de Live Science.

Lo anterior genera un problema para los humanos porque nuestro sistema inmunológico evoluciona para usar altas temperaturas, en forma de fiebres, como una forma de debilitar los patógenos y defenderse de los virus. 

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La fiebre se usa como método de defensa del cuerpo humano ante los virus y los patógenos, pero los que han evolucionado en los murciélagos podrían ser resistentes a las altas temperaturas, agregó Gizmodo

Además, el sistema inmunológico de los murciélagos está siempre activo, esté o no infectado el animal. Es como si su cuerpo estuviera siempre alerta y asume que constantemente está bajo amenaza de enfermarse, según el mismo medio.