La compañía se dedica a crear herramientas accesibles y no letales de protección, que dejen un mensaje dentro de las personas. En el CES 2018, que se realiza por estos días en Las Vegas, la empresa presentó su más reciente producto: una pulsera que en su exterior parece un accesorio de moda, pero en su interior guarda como secreto un olor que sacaría corriendo a cualquiera.

Pero, ¿cómo funciona? Cómo explica la compañía, cuando la persona se sienta en peligro, solo debe tomar la muñeca en la que la pulsera se encuentra, quitar el seguro que protege a la cápsula de una ruptura accidental, y jalarla desde la parte de abajo como si se quisiera arrancar. Ese jalón quiebra la cápsula que se encuentra en la parte superior y libera un olor desagradable que cubre una distancia de hasta 100 metros y dura horas. Este olor permitiría que el agresor se retirara y que las personas alrededor se percataran de que algo está sucediendo.

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Una vez se está en un lugar seguro, es recomendable quitarse la pulsera y por ningún motivo botarla (solo guardarla en una bolsa plástica ya que podría funcionar como evidencia), quitarse toda la ropa contaminada y lavar la piel con agua y jabón.

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La compañía explica que no tiene efectos secundarios para la persona que la activa ni para quien  la huele, pero sí podría ser ‘molesto’ si se activara en recintos cerrados y públicos como aviones o parques ya que afectaría la tranquilidad de las personas alrededor. No puede ser reutilizada ni llenada por lo que se convierte en un producto desechable.

En cuanto al olor, no especifican exactamente a qué huele, pero lo describen como un olor parecido al gas pero mucho más desagradable. Sin embargo, no prometen que a todo el mundo le huela igual de feo debido a que el olfato es algo subjetivo y puede variar dependiendo de la persona.

La razón para que la defensa sea un olor y no algo más se debe a que genera una reacción desagradable que funciona para calmar la excitación sexual. Su precio es de 60 euros y tiene envíos gratuitos a nivel mundial, por ejemplo a lugares fuera de Europa puede llegar entre 5 a 10 días.