El argumento para que sean más pesados tiene que ver con la intención de que los móviles se calienten menos. Así mismo, estén realmente adaptados para correr, sin mayores problemas, con los procesadores que cada vez son más veloces.

Así lo asegura Digitimes, que da por hecho que el cambio en el peso de los celulares se daría en 2019, cuando varios fabricantes utilizarían disipadores que se basan en cámaras de vapor.

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Para quienes no conocen el concepto, los disipadores son componentes metálicos que tienen la capacidad para conducir el calor y se ubican pegados a los procesadores en los teléfonos y otros dispositivos electrónicos.

“Al utilizar nuestros móviles en tareas exigentes (como jugar a juegos) se suele calentar. La razón es que cuando un procesador realiza muchos cálculos, emite más calor de lo normal”, afirma la gente de El Androide Libre.

Sumado a esto, los fabricantes apostarían por este tipo de tecnología para no limitar el tema de la innovación al diseño de los teléfonos y comenzar a sacar provecho de las mejoras en rendimiento y calidad.