De acuerdo con un artículo de la BBC, Jhon Pugliano, conocedor de temas de inteligencia artificial y autor de ‘The Robots are Coming: A Human’s Survival Guide to Profiting in the Age of Automation’, explicó que en algunos años el trabajo convencional que un ser humano realiza sería sustituido por algoritmos matemáticos.

Profesiones que se consideran altamente calificadas se están viendo afectadas por los avances tecnológicos.

“No van a desaparecer los médicos o los abogados. Pero una parte de su campo laboral se verá reducida”, anuncia el escritor.

El autor del libro realizó un listado con siete profesiones que se ven amenazadas por esta problemática:

  1. Médicos: los diagnósticos inmediatos que brindarían las máquinas serán un beneficio importante para los pacientes evitando la ayuda de los médicos generales.
  2. Abogados:  en este caso, los afectados según Pugliano, serán las personas  que ejercen esta profesión procesando documentos o labores rutinarias.
  3. Arquitectos: se verán altamente amenazados los que no mantengan habilidades artísticas donde la creatividad la pueda sustituir una máquina.
  4. Contadores: los que estén especializados en asuntos tributarios son a los que le tomarían ventaja. Por esta razón, los que lleven a cabo casos comunes son los afectados por la falta de demanda en el mercado laboral.
  5. Pilotos de guerra: a pesar de que ya han sido reemplazados por aviones no tripulados, en este caso se ve como una ventaja para salvar vidas.
  6. Policías: aunque se afirma que nunca desaparecerán, su demanda disminuirá para aquellos que ejercen la profesión con un bajo nivel de especialización.  
  7. Inmobiliarios: las ofertas de compra y venta actualmente ya se prefieren observar por medio de portales que muestran de forma más amplia diferentes opciones.
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En general,  Pugliano afirma que las profesiones y oficios de mandos medios de las empresas en los países desarrollados son los que prometen hasta el momento ser mayormente perjudicados.

Por otro lado, asegura que trabajos sociales como los que ejerce un psicólogo o un  psiquiatra son “irreemplazables por algoritmos”.