
Por: Leonardo Vargas, director de desarrollo de la Escuela de Ingeniería, Ciencia y Tecnología
Este informe es presentado por la IEEE Computer Society, una de las organizaciones más relevantes en el mundo científico y reconocida por sus aportes a tecnologías clave, que a día de hoy han transformado la vida de la mayoría de la población humana, como por ejemplo el WiFi y los estándares de comunicación para telefonía móvil (2G,3G,4G y 5G).
Este informe tiene por objetivo presentar el panorama anual de las tecnologías emergentes con mayor potencial de impactar los sectores académicos, empresariales, estatales y sociales, adicionando el impacto ambiental como componente en la denominada quíntuple hélice.
Para 2025 se espera que el desarrollo de la IA tenga un mayor impacto en otras áreas de aplicación fuera del entrenamiento de modelos más “inteligentes”. Se espera que su contribución en la robótica y la medicina puedan generar grandes transformaciones con resultados sociales y económicos importantes. En especial, en el campo de la medicina se resalta el potencial que tienen los modelos de IA en acelerar los procesos de investigación para el desarrollo de nuevos fármacos, o la unión con los dispositivos wereables para potencializar los diagnósticos médicos y diseñar mejores tratamientos.
Un análisis de los resultados que arroja el informe nos permite identificar seis grandes tendencias:
1. Necesidad de reskilling de la fuerza laboral: el reskilling consiste en la capacitación de la fuerza laboral existente para la adquisición de habilidades en campos que no existían cuando los trabajadores realizaron sus procesos formativos. En especial, en una década que estará dominada por la expansión de las aplicaciones de IA a todos los sectores de la economía, es necesario mejorar las capacidades de las fuerzas laborales existentes para garantizar la adaptación, la competitividad y la innovación en las organizaciones.
2. El desafío de la sostenibilidad ambiental en la computación: la expansión de la IA viene acompañada del crecimiento de las capacidades para el procesamiento de volúmenes cada vez más grandes de información. Esto plantea grandes retos a la hora de alimentar de energía y proveer de refrigeración los centros de cómputo que hacen de la IA una realidad. Como resultado de estas necesidades energéticas, hay todo un campo científico y comercial de estudio de fuentes alternativas de generación de energía con baja emisiones de carbono y escalables, como por ejemplo los reactores nucleares modulares (SMRs).
3. La desinformación y la ciberseguridad: la creación de modelos generativos de texto, imágenes y video plantea una serie de cuestionamientos sobre su uso para la producción de ‘fakenews’ y ataques cibernéticos más sofisticados y perjudiciales, sin embargo, dados estos retos se abre todo un campo de trabajo asociado al desarrollo de modelos para detección de imágenes y videos falsos, así como de su uso para la creación de mecanismos más sofisticados de ciberdefensa.
4. El agro como terreno fértil para la aplicación de tecnología: la agricultura, una de las innovaciones más antiguas y de mayor impacto de la humanidad, es uno de los sectores donde el uso de IA, robótica para la producción de insumos y quemimetría tiene mayor potencial de crecimiento científico y comercial. El desafío de alimentar una población creciente, haciendo un mejor uso de la tierra cultivada y mejorando los costos para que los productos agrícolas sean más asequibles, se convierte en un espacio ideal para la automatización a través de agricultura de precisión, el uso de drones para el monitoreo y control de plagas, gestión inteligente de la ganadería entre otros.
5. La IA evoluciona: el 2025 será un año marcado por la aparición de agentes IA los cuales son sistemas autónomos que percibe su entorno, procesa información y toman decisiones para alcanzar objetivos específicos, mientras que los modelos actuales de IA son en esencia funciones matemáticas que transforma datos en resultados basados en patrones aprendidos, un agente de IA es un sistema más completo que utiliza uno o varios modelos de IA para tomar decisiones y actuar en un entorno dinámico. Estos agentes tienen la capacidad de transformar desde tareas básicas como planear unas vacaciones familiares y reservar automáticamente hoteles y vuelos, hasta asistir a un equipo científico en tareas complejas como la identificación de combinaciones moleculares para la síntesis de nuevas proteínas.
6. La importancia de la regulación de las tecnologías emergentes: el crecimiento acelerado de herramientas de IA ha generado una gran tensión en el debate sobre su uso ético; es deber de los estados agilizar los procesos regulatorios que protejan a la sociedad y al mismo tiempo garanticen un campo equilibrado para que todos, tanto empresas como personas, puedan verse beneficiados por estos desarrollos tecnológicos de una forma justa y humana. Es momento de que se repiense la legislación a la luz de una ola avasalladora de innovación.
Como grandes recomendaciones estratégicas, el informe de IEEE nos revela un futuro marcado por la convergencia de la inteligencia artificial, la sostenibilidad y la regulación ética. Para capitalizar estas tendencias, la industria debe enfocarse en el desarrollo de modelos de IA más eficientes y económicos, el uso de robótica y drones en sectores estratégicos y la implementación de computación sostenible.
Los gobiernos, por su parte, tienen el reto de establecer marcos regulatorios sólidos para la IA, fomentar la agricultura inteligente y garantizar la seguridad cibernética en un mundo digitalmente interconectado. La academia juega un papel clave en la actualización de los programas STEM, la investigación en salud digital y la optimización energética en la computación de alto rendimiento.
El 2025 será un año marcado por la aceleración de la innovación, debemos enfocarnos entonces en identificar las posibilidades de aplicación, desarrollar nuevos modelos de negocio que disminuyan la brecha entre desarrollo científico y comercialización, y por supuesto, adquirir nuevas habilidades que nos permitan usar la IA para extender nuestras capacidades humanas.
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