Desde que se divorció, inició su propio imperio personal. Sorprendió a todos cuando lanzó su propio negocio, cuando pudo comprar su propia casa y cuando en lugar de necesitar el dinero de su ex marido, fue ella quien decidió que los niños estudiarían fuera, y quien pagó por todos estas decisiones que jamás pensó que podría tomar.

Desde hace más de ocho años que Patri se separó de su ex, se fue a vivir a un sitio idílico lejos de la ciudad, no ha dejado de crecer profesionalmente. También ha cambiado físicamente, se cuida, tiene tiempo y dinero para sus caprichos y un grupo de amigas que la apoyan en todo lo que les cuenta en sus videollamadas de WhatsApp. Pero lo cierto es que más allá de tener algo de sexo casual los sábados, y de ir coleccionando Satisfyers, Patri está sola y no ha encontrado a nadie que le dé más alegrías que las sexuales. A veces incluso se ha planteado tener una pareja mujer, pero apenas es una idea, dado que ya hace años que no se siente amada.

Cuando Patri habla sobre el amor, la oirás decir que una mujer así de fuerte y de emprendedora “espanta a los hombres” y que por eso sigue soltera. 

No hay hombres para mí en un sitio como este, sentencia antes de destaparse la primera cerveza. 

Lo que no sabía Patri es que sí los hay, pero que no había tenido la suerte de empezar a hacer un ‘dating’ más consciente y más acorde con el hombre que más la potencie dentro del amor, el cariño, la admiración y el respeto mutuos; algo que vino a descubrir cuando hicimos un trabajo de ‘coaching’ dedicado a elegir a tu amor con tiempo, gusto y sabiendo esperar por él.

Algo que, aunque tomó sus meses, por supuesto llegó, y que les ha permitido ser una pareja llena de vida, de retos y de caricias a sus cincuenta años.

Patri sigue trabajando conmigo a día de hoy, nos vemos por videollamada y veo que sigue emprendiendo, que sigue apostando por hacer las cosas a su forma, y esto incluye su nueva vida amorosa, que la ha convertido en una persona muchísimo más serena, feliz y divertida.

A veces no se trata de darle la espalda al amor, lo que Patri me ha enseñado es que tenemos que ponerle el pecho, con paciencia, con ganas y sin hablar mal de él, porque todos podemos llegar a conocer a un amor que nos cambie la vida.

*El nombre de Patri ha sido modificado por deseo expreso de mi clienta, quien me ha autorizado  a escribir su historia.

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