“La vida es como montar en bicicleta;
Si dejas de pedalear pierdes el equilibrio”
Albert Einstein

A veces, tengo que aceptarlo, llego hasta a sentir que ya no lo soy. Otras, al ver la actuación de algunos de mis semejantes, me gustaría no estar aquí. Cierro los ojos…

Los abro. Me doy cuenta de que el lugar en donde vivo es extraordinario. Me hace feliz, sobremanera, ser colombiano. Me monto en la “bici”, esquivo uno que otro obstáculo, y me dispongo a pedalear…

Podría quejarme, llorar y sufrir. Señalar, echarle la culpa a mucha gente del desequilibrio. No lo haré. No me interesa. Ya hay demasiados críticos en el horizonte. Voy a pensar. Si quiero vivir bien mañana, es momento de actuar hoy. Lo mejor, no estoy sólo, ni más faltaba. Humanos, HUMANOS, aún hay bastantes en esta tierra. No es suficiente con abrir los ojos, es hora de VER.

Para la muestra, una selección, muy somera, que encontré en la internet sobre las maravillas que hoy se hallan en nuestro país:

Así es Colombia. Y así lo es todos los días. ¿Y el mundo? Afortunadamente este tampoco nunca dejará sorprendernos. El día en que lo haga no habrá más remedio que apagar e irnos.

Así también es la energía limpia. Energía que no se pierde, ni se acaba; solo se transforma. Limpia no sólo con fuentes renovables (eólica, solar, cinética, hidráulica…), a la vez con eficiencia energética, con tecnología, con ahorro, con conciencia.

En esta columna la enciendo. E invito a quienes me lean a comentar, a participar y a soñar junto a “el energético”. De igual forma -cómo no-, a discutir, dirimir y a estar en desacuerdo. A construir.

Mirar atrás no es la mejor opción, quedarse quieto es un suicidio; acá lo único que tenemos por delante es futuro.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.