El debate está hirviendo.

¿Han notado que las publicaciones más políticas y extremas aparecen cada vez más seguido en las noticias de su perfil de Facebook? ¿No les pasa que han perdido horas en apasionados y agresivos debates de comentarios en foros y noticias de la red social azul? No, no es una casualidad. Hay un tema durísimo detrás de esto.

Facebook va a completar dos años de estar en el ojo del huracán. Gobiernos en Europa y políticos liberales de Estados Unidos han iniciado una fuerte campaña para aterrizar al todopoderoso de las redes sociales. Todo bajo dos perspectivas: el tratamiento de los datos personales de sus usuarios y la forma cómo sus algoritmos premian la pelea política, la agresividad y los mensajes polémicos.

Nos vamos a concentrar en la segunda arista. De acuerdo con sendas investigaciones de grandes medios en Estados Unidos, los algoritmos de Facebook (que vienen siendo como las reglas que siguen las redes sociales para ordenar lo que vemos cada que actualizamos) premian aquellas publicaciones que tocan temas políticos, que son pendencieras y que promueven ese debate de insultos y tergiversaciones que tanto nos está gustando. Una acusación bastante grave.

De acuerdo con investigaciones periodísticas de medios en Estados Unidos, Facebook premia las publicaciones que generen discusiones, peleas o divergencias por dos razones: 1. Para que los usuarios pasen el mayor tiempo posible en esta red y 2. Para que los anunciantes puedan capturar nuevos clientes basados en sus preferencias más complejas, como políticas o ideológicas.

Creo que a todos nos ha pasado que nos metemos en un foro o comentamos una noticia y terminamos en una espiral de comentarios que no tiene fin. Y nuestro principal objetivo como usuarios es: no perder. Queremos ganar esa discusión. Queremos mostrar que nuestro argumento es el válido. Queremos demostrar que ‘yo sí o sí tengo razón y usted, no sólo es un bruto, sino que es una mala persona’. Pero eso quita mucho tiempo. Y el usuario ni se da cuenta.

Pues bien, cuando hablamos de que Facebook ‘premia’, decimos que no es casualidad que usted abra su sección de Noticias y lo primero que vea es ese titular que lo indigna o ese post de algún contacto que dice exactamente lo que usted odia que otros piensen. Vemos de primerazo esos contenidos para que nos indignemos, comentemos y iniciemos una guerra de comentarios que nos quitan media vida y que nos mantienen todo el día metidos en Facebook. Ese es el famoso algoritmo.

La discusión está jodida. Facebook, o al menos los directivos (porque varios empleados están protestando), dicen que su política es simple: respetar la libertad de expresión. Y ese respeto implica que veamos opiniones que no nos gustan. Pero de fondo existe un tema comercial innegable que tiene ver con que pasemos (perdamos) más tiempo en Facebook y la plataforma pueda vender nuestros gustos, ya ni siquiera nuestros datos, a las marcas y campañas políticas que pagan no por clics sino por datos como nuestra visión ideológica.

Ahora ¿Facebook tiene la culpa de nuestra agresividad en redes sociales? No. Definitivamente, no. Eso sería como echarle la culpa al palo de la escoba que usamos para pegarle a nuestro contrincante. Acá tenemos que asumir que Facebook pone el ring, pero somos nosotros los usuarios lo que tomamos la decisión de pelear por horas contra otros energúmenos. La pregunta del millón es ¿vale la pena perder nuestro tiempo en ese círculo?

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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.