Hoy les vengo a decir que he leído mucho, mucho, mucho. En todos los formatos, en todos los espacios temporales y espaciales que encuentro. Tengo en mi cabeza maravillosos libros para reseñar. Vengo a contarles que el tiempo no me ha alcanzado – ya me alcanzará – para analizar y valorar todo lo que he absorbido en letras. Tengo tantos libros por leer, sí, pero también tantos leídos por reseñar… Por eso decidí que, en una sola columna, daré a conocer a mis generosos lectores, esos libros que me han acompañado en las últimas semanas… porque me han encantado y no quiero que se los pierdan.

Calixta Editores publicó ‘Aves de Invierno’ (2021), del colombiano radicado en Francia, Jorge S. Restrepo; escritor, editor y traductor, cinéfilo. Se trata de su segunda novela, atravesada por la pandemia, con mucho de cine, de pintura y de literatura, en donde nos identificamos con los altibajos de este encierro y algunas magnificas reflexiones sobre los espacios, el amor, la existencia. Las vecindades, las parejas, los bares, los amigos, la soledad, la lejanía y sus aristas cuando se vive en un país extraño, a sabiendas de que el país en el que naciste no tiene futuro… 

También leí, por recomendación de la librera Ana María Aragón, un libro estupendo de relatos de ciencia ficción llamado ‘Exhalación’, de Ted Chiang, todos ellos sin excepción, basados en principios físicos y hechos de la vida real. Tan verosímiles, que parece que fuera una ficción realista, atravesada por fuertes reflexiones éticas implícitas – nunca se hacen evidentes, pero están ahí. Veamos:

Comenzamos con una puerta del tiempo en Bagdad, a través de la cual los hombres pueden entender su presente por la contemplación de su pasado, pero no cambiarlo; de allí pasamos a una sociedad en donde la gente vive con pulmones artificiales y en donde se paga por el tiempo y el aire (ese es el relato que le da el nombre al libro), en donde cualquier parecido con un futuro próximo, nos aterra; luego tenemos una narración sobre mascotas digitales “dicientes”, que reemplazan a las reales con un grado de interacción y autonomía que nos deja francamente aterrados; nos lleva también Chiang por la historia de una niñera automática en la Europa de principios del siglo XX y las nefastas consecuencias que su creación trajo para su familia y para algún infante que efectivamente fue criado por ésta.

Nos encontramos también un relato sobre un aparato llamado ‘Bremen’, una bitácora de la memoria, una especie de Kindle en donde queda grabado nuestro pasado por si queremos ir a consultarlo y no depender de la vulnerabilidad de un recuerdo; y nos topamos con la historia de una antropóloga, muy religiosa, que nos habla de los planetas, hombres, árboles y conchas primigenios, de la existencia del plan de Dios, y de la necesidad de la existencia de ese ser superior; finalmente tenemos una narración en donde los humanos tienen la opción de tener vidas paralelas a través de un prisma, y la comercialización de esos aparatos en ambos mundos: el real y el paralelo. 

Leí también ‘Gema’ (Anagrama, 2021), de la española Milena Busquets, a quien ya conocemos por ‘Todo esto pasará’, en donde se acerca a la muerte de su madre, la editora Esther Tusquets. En esta nueva novela corta, también se acerca a la muerte reivindicando la validez de lo ligero, evocando la de una amiga del colegio que murió a los 15 años, y cuyo nombre lleva el libro. No es auto ficción, es una novela vital, en que la autora, a partir de un hecho trágico real, nos configura un relato alegre con un final hermosamente asombroso que reconcilia al lector con el pasar de la vida y lo esencial de la amistad. 

También tuve oportunidad de leer ‘El huésped’ (Anagrama, 2006), de la mexicana Guadalupe Nettel, una de esas voces del que ha sido llamado el neoboom femenino latinoamericano. Es una de estas historias con el tópico del “doble”; en este caso una especie de alien metido en el cuerpo de la protagonista que deambula por el metro de CDMX y va quedándose ciega. Nos encontramos con un parásito que se vale de su cuerpo para hacer de las suyas y frente al cual Ana, la protagonista, trata de marcar su identidad, aún a sabiendas de su inevitable invasión. Esa relación entre ambos seres, que son en realidad uno solo, es un relato realmente fantástico.

Imperdible y adictiva la lectura de ‘Líbranos del Mal’ (Seix Barral, 2021), el libro censurado por Sanborns en México, del peruano residente en Barcelona, Santiago Roncagliolo, sobre un caso basado en la vida de real de la alta sociedad limeña, de una comunidad religiosa pedófila y abusadora; algo que podría suceder en cualquier país de Latinoamérica, con sus conflictos familiares y de clase, y la dificultad para olvidar y superar los daños colaterales.

Imperdible también es ‘Sira’ (Planeta, 2021), de la española María Dueñas, la segunda parte de ‘El tiempo entre costuras’, cuya protagonista, Sira Quiroga, llega con un comienzo estremecedor, una fuerza inusitada, casada, con una hija, y con el delicioso sabor de la venganza a bordo. Una novela de crecimiento de un personaje femenino que gana empoderamiento letra a letra, y que deviene en novela histórica que nos llevará a Jerusalén, Londres, Madrid, Tánger, con esa sensación cinematográfica a la que nos tiene acostumbrados Dueñas.

El relato del viaje a España de una joven Evita Perón, la gira “Arco Iris”, es toda una divertida revelación y se constituye en aventura principalísima de la novela. La presentación de ‘Sira’ fue el primer evento presencial de Planeta en muchos meses, y fue un espectáculo literario musical de primera categoría, en donde las melodías y las palabras de Dueñas lograron transportarnos a esos lugares tan maravillosos descritos por la autora. 

Por supuesto, no podía dejar de leer ‘El infinito en un junco’, de Irene Vallejo que, a partir de este año, junto con ‘El huerto de Emerson’ (Tusquets, 2021) de Luis Landero y con ‘El olvido que seremos’, de Héctor Abad Facio-Lince, he declarado son los libros favoritos de mi vida. 

De ‘El infinito en un junco’ (Siruela, 2019), solo puedo decir que es el libro de libros a recomendar: es el libro de la historia de los libros. Una narración de una sencillez y una delicadeza, que arranca más allá de la antigüedad, que nos lleva de la mano por todas las épocas posibles y por el mundo entero, contándonos la historia de su fabricación, de su evolución, de cómo, en sus mismas palabras, “Hay algo asombroso en el hecho de haber conseguido preservar las ficciones urdidas hace milenios. La humanidad desafió la soberanía absoluta de la destrucción al inventar la escritura y los libros. De alguna forma misteriosa y espontánea el amor por los libros forjó una cadena invisible de gente que, sin conocerse, ha salvado el tesoro de los mejores relatos, sueños y pensamientos a lo largo del tiempo”.

Es novela y es ensayo, y el solo saber que se ha ganado múltiples y reputados – no solo populares – premios en España y en el mundo, entre ellos varios de libreros, es garantía de su nivel. Penguin Random House nos lo trae a Colombia a través del sello DeBolsillo, en edición de bolsillo. 

En relación con ‘El olvido que seremos’, Salamandra acaba de lanzar la adaptación gráfica de la novela (magnífico trabajo de Tyto Alba), una versión preciosa que, con la emotividad precisa nos lleva de la mano por la historia de una época que todos en Colombia quisiéramos olvidar, pero que no debemos. También se acaba de estrenar la película en Colombia, dirigida por Fernando Trueba y que arrasó en los premios Goya (obtuvo la preselección en las categorías Mejor película Iberoamericana de ficción, Premio Platino al cine y educación en valores, Mejor dirección por el trabajo de Fernando Trueba y Mejor interpretación masculina), que todos deberíamos ver: es la historia de un amor filial profundo, entre el autor y Héctor Abad Gómez – interpretado magistralmente por el actor español Javier Cámara – un padre de familia excepcional y un médico salubrista, y defensor los derechos humanos, en especial el de la salud, asesinado a manos de los paramilitares en 1987.

Tenemos mucho, pues, por leer, y todo deliciosamente bueno.

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