Tenía apenas 6 años cuando fui violada por primera vez. No sabía que eso era lo que estaba pasando cuando me sucedió. Era un hombre tan cercano a mi familia que lo veía más que a mi propio padre. No era mi familiar, pero durante muchos años frecuentaba mi casa casi a diario”, escribió la mujer de 36 años, en un testimonio publicado en su cuenta de Facebook. 

Agregó que después del aberrante hecho, el hombre le hizo saber una y otra vez que si decía algo, sus familiares se iban a enojar con ella. 

Si hablas de esto, te van a castigar. Tu mamá y tu hermana se van a poner muy bravas… Así me lo repitió tantas, tantas veces, durante años”, escribió la mujer.

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Afirmó que cuando ya era una adolescente, habló con su familia del tema, pero que no contó con el respaldo que esperaba. 

“Cuando por fin hablé, ya en la cúspide de mi adolescencia, no me creyeron. O más bien, ¿prefirieron ignorarlo? Crecí en una sociedad vacía, en la cual el ‘buen nombre y la reputación’ eran los valores más importantes. Y este era un hombre de ‘sociedad’, de ‘buen apellido’”, reflexionó. 

En conversación con W Radio, Vargas reiteró la denuncia y señaló que hizo público el caso por la coyuntura actual que vive el país. 

“No fue una decisión de un solo día; lo venía pensando hace varias semanas. Creo que el contexto a nivel nacional me motivó a hacerlo. El caso de la niña Salomé me movió, ella tenía la edad que tiene mi hija ahora. Sentí que era el momento para hablar, porque es el momento en el que la gente está escuchando”, agregó, en esa emisora. 

El abogado Miguel Ángel del Río, quien lleva el proceso de la mujer, habló en esa frecuencia radial y apuntó que el caso, a pesar de haber ocurrido hace 30 años, “no ha prescrito, porque la ley establece un término de 20 años para la prescripción. Y este tiempo arranca cuando la víctima adquiere la mayoría de edad. [Por esto] restan todavía dos años para que ella pueda instaurar una acción penal”. 

Por su parte, El Tiempo informó que Jaime Vargas (hijo), hermano de Viviana, reveló hace unos días que el presunto abusador es Roberto Márquez, un empresario y socio del Country Club de Barranquilla, quien mantuvo una relación con la hermana mayor de Viviana durante varios años.