
José Diego Osorio es considerado por muchos en Colombia como un héroe. El hombre, que habita la vereda San Andrés, en el municipio de Chinchiná, Caldas, se encontró con una dura escena en la puerta de su casa: una menor de 13 años, amordazada y amarrada, siendo perseguida por un sujeto que intentaba llevársela a la fuerza.
(Vea también: “Cavando un hueco”: escabrosos detalles en caso del pastor que habría abusado de hijastra)
Según contó Osorio en La W, al comienzo la situación se tornó confusa y pensó que se trataba de una pelea de pareja, sin embargo, gracias también al aviso de una vecina, el hombre se percató de que se trataba de un rapto, sin llegar aún a conocer los aberrantes detalles que luego terminaría revelando la misma víctima.
“Ella hacía unos sonidos muy extraños, porque tenía la boca vendada. Yo me asomé y vi a una persona en el suelo y un hombre intentando levantarla y pues creí que era una pelea de pareja o algo por el estilo. Él trataba de pararla para llevársela”, relató el testigo.
Al notar la gravedad de los hechos, la atención de José y la mujer que atendía una atienda en la zona se centró en liberar a la menor, que estaba atada con tal fuerza en el cuello, al punto en el que tenía ya signos de asfixia.
“La volvimos a la vida, prácticamente ya se estaba yendo, no estaba morada, sino negra, estaba blanqueando los ojitos, estaba en las últimas. Si se demora 10 segundos más no sobrevive, ya la niña se desvanecía”, describió el hombre.
“El lazo no soltaba, estaba tan apretado que casi no se le veía, no había forma de cortarlo. Eso es cosa de dios, no sé cómo logré zafarlo”, añadió, aún sorprendido por la penosa situación. Inmediatamente después de ser liberada, la niña de 13 años le contó a las personas que la ayudaron que, presuntamente, había sido violada por su padrastro, quien pretendía, además, asesinarla.
Para Osorio resulta aún sorprendente que la menor lograra escapar del sospechoso, en las condiciones en las que se encontraba, habiendo estado encerrada y amarrada sin posibilidad de escape. “Aparte de que la dejó amordazada, le echó candado a la puerta; se pudo volar por una ventana desatrancada”, describió el buen samaritano.
#Judicial / En Chinchiná, Caldas, una menor de 13 años escapó de su padrastro, quien presuntamente la había violentado y torturado, según testimonios de vecinos que además indicaron planes macabros del agresor. pic.twitter.com/KjztmngYcF
— Río NoticiasCo (@RioNoticiasCo) April 30, 2025
¿Cómo sigue el caso del presunto abuso sexual de un pastor a su hijastra en Chinchiná, Caldas?
José Ramírez, pastor de una comunidad evangélica en Santa Rosa de Cabal, fue detenido en la vereda Gorgona, del mismo municipio, por miembros de la comunidad antes de que las autoridades intervinieran. La Policía de Caldas confirmó su captura mediante orden judicial por acceso carnal abusivo con menor de 14 años y secuestro agravado.
Posteriormente, el agresor fue trasladado a un centro asistencial en Pereira debido a las lesiones que sufrió tras ser linchado por los residentes del sector.
La menor recibe atención psicológica y apoyo institucional por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Según Esteban Morales, secretario de Gobierno de Chinchiná, es fundamental que la comunidad evite tomar justicia por mano propia, ya que esto podría generar consecuencias legales para quienes intervienen en estos casos.
Durante la audiencia de imputación de cargos, Ramírez no aceptó las acusaciones en su contra. No obstante, fue enviado a prisión mientras se adelanta el proceso judicial. Si es hallado culpable, podría enfrentar una pena de hasta 40 años de cárcel. Las autoridades continúan investigando el caso y analizando videos de cámaras de seguridad que registraron parte de los hechos ocurridos en la zona.
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