El presidente Gustavo Petro se entusiasmó en su más reciente evento en Barranquilla, al que llamaron la “asamblea popular de la democrática energética”, en la que habló de lo que hará el Gobierno de cara a la crisis energética y las energías renovables, de Daniel Mendoza, de la reforma tributaria que no pasó en el Congreso, de la movilización social y hasta de las festividades de fin de año.
En un discurso que duró más de una hora, el presidente se refirió sobre la resolución 101 066 de 2024, de la Comisión de Regulación Energía y Gas (Creg), con la que pretendía poner topes al precio de la energía en bolsa. Esta no logró salir como el presidente la quería y fue limitada, razón por la que él dijo:
“Cada acción trae su reacción, dice la física. La acción fue dejarnos inocua la resolución…. Pues entonces, reaccionemos, porque esta será la última oportunidad. Propongo la reacción de dos maneras: una; esto que me he puesto aquí y que se llama módem, hay que volverlo realidad en las calles. No será ahora en Navidad, pero a partir del 1 de enero [2025], después del guayabo —yo ya no tomo tragos fuertes porque la gastristis (sic) no me deja, problema ya de los años y de desgastar el organismo…— Pero esto tiene que volverse multitudes en las calles de todas las ciudades costeñas. Qué ha pasado para que en 20 años (…) para que nos estén robando 20 billones de pesos del bolsillo es porque no nos movemos…”.
Este fue el momento exacto en el que lo dijo (minuto 53):
Las palabras del presidente, sobre todo las relacionadas sobre su decisión de no consumir bebidas alcohólicas, se han hecho virales en redes sociales y hay quienes dudan de que esto realmente sea verdad.
Una de esas personas es Vanessa de la Torre. La periodista, en 6 am, de Caracol Radio, mencionó que la intervención del presidente en el evento que sucedió en Barranquilla es de un hombre que “estaba radicalizado” y dudó de las condiciones en las que se subió a la tarima.
— Yo no entiendo qué le pasó al presidente ayer, Gustavo (Gómez) —dijo Vanessa dirigiéndose al director del informativo de la mañana—. No sé si estaba en sus cabales. Porque el tono de voz, la manera en la que hablaba, las cosas que decía; eran, de alguna manera, pues muy salidas de tono…
— Es que él se emociona mucho en tarima pública, le recordó Gustavo, aunque Vanessa no le siguió la línea.
— No, no creo que haya sido solo emoción —dijo ella—. Estaba muy radicalizado con lo que decía…
Pero Vanessa no se quedó sola en su análisis porque Diana Saray, compañera de mesa, también dijo que estaba “muy enredada la lengua” del presidente.
— Muy enredada —complementó De la Torre—. Yo no sé si estaba sobrio, de verdad.
— Es que es un día de trabajo por toda la costa. Hay cansancio también —dijo Gustavo Gómez, como dando otra posición sobre la situación.
Y, a modo de conclusión, Vanessa dijo: “Lo de ayer me pareció, realmente, muy decrépito porque el presidente estaba alterado, muy muy alterado. No sé si había tomado algo, no sé qué tenía, pero normal no estaba. Me da pena. Pero, además de eso, un discurso totalmente radicalizado. Esos insultos con el legislativo. De esa manera, como trata a la gente. Defender a este tipo Matarife [haciendo referencia a Daniel Mendoza], pero por favor. No hay cómo defenderlo…”.
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