El testimonio de 27 víctimas, así como 350 audios, les permitieron a las autoridades colombianas desmantelar a un clan familiar, apodado ‘Los Marín’, que se dedicaba a la trata de personas.

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En el operativo, seis personas fueron capturadas, todas pertenecientes a la misma familia. Entre los detenidos, según la Fiscalía General de la Nación, aparece Beatriz Marín González, alias ‘Betty’, quien era la encargada de captar y trasladar a las mujeres a Chile; Yolanda Marín, que acompañaba a las víctimas hasta el país austral, desde Manizales; y María González, madre de las dos cabecillas de la banda, quien era la encargada de recibir los giros desde Chile y distribuirlos dentro de la organización.

Según el Diario de Valdivia, de Chile, los delincuentes colombianos buscaban mujeres entre 18 y 25 años en Manizales, con algunas dificultades económicas, para llevarlas hasta el sur del continente con la idea de trabajar como damas de compañía y ganar buen dinero.

Sin embargo, al llegar a ese país, a las mujeres les quitaban sus documentos y las secuestraban en casas ubicadas en las ciudades de Osorno, Temuco y Puerto Montt, en donde eran explotadas sexualmente.

Testimonio de mujer, víctima de red de trata de personas en Chile

Una de las mujeres, víctima de ‘Los Marín’, habló con Semana sobre los tratos a los que eran sometidas las jóvenes que llegaban a Chile en busca de una oportunidad para salir adelante.

La colombiana explicó que tan pronto aterrizaban en Chile les quitaban los documentos y las encerraban en una de las casas, en donde eran ofrecidas a clientes “aberrantes”, para ganar dinero ya que debían pagar una deuda: tiquetes y manutención.

Nosotras les decíamos que no era justo trabajar así y ellas nos decían que había una deuda que debíamos pagar… Con todos los gastos de aseo y alimentación, no nos quedaba para mandar a la familia. Yolanda era la encargada de quitarnos el dinero cada vez que salía un cliente. Nos vigilaba constantemente, ella también nos revisaba los celulares a ver si estábamos enviando información”, dijo la víctima.

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Asimismo, la mujer explicó que no podían salir de la casa luego de pagar la supuesta deuda, pues estaban vigiladas con cámaras en toda la residencia y eran extorsionadas con videos y fotos sin ropa.

“Cuando llegaban [clientes] en condiciones higiénicas deplorables, nos decían échese harto perfume y piense que va ganar dinero y le va a mandar a su familia. De esta forma debíamos soportar el olor y la falta de aseo. No podíamos negarnos”, precisó.

Y finalizó diciendo: “Fueron llegando más muchachas, yo ya había pagado mi deuda y aún así me siguieron reteniendo, después de que ‘Betty’ me dijo que cuando pagará la deuda podía salir libremente. Me amedrentaba psicológicamente que la niña que se volara le iba a ir muy mal, ya que la organización era muy grande que nos podían matar”.