“Popeye ya pagó su deuda con la sociedad y está en su derecho de marchar”, dijo el exvicepresidente.
Paloma Valencia, entre tanto, dijo algo parecido en un debate en el Congreso.
El columnista de Semana León Valencia describe estas simples declaraciones como una reivindicación del jefe de sicarios del Cartel de Medellín, y un reflejo de la actitud de ‘las élites’ colombianas hacia el narcotráfico y su violencia.
Haciendo un recuento histórico, las declaraciones de Pacho y Paloma lo hacen evocar el protagonismo político y social que les dieron las élites a los narcotraficantes y asesinos en los años 80.
(Las élites) se apoyaron en sus finanzas (las de los narcos), acudieron a sus oficios para eliminar rivales políticos, auparon a sus huestes para exterminar a la izquierda legal”.
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La actitud de esas élites fue, según Valencia, paralela a la criminalización de la guerrilla con su entrada al negocio del narcotráfico y su uso del secuestro.
Los narcotraficantes sanguinarios se encontraron con los políticos tradicionales y los insurgentes con el delito común puro y duro”.
León Valencia.
Para el columnista, “argumentos” como los esbozados por gente ilustrada para validar la participación de ‘Popeye’… muestran que estamos lejos de esa comprensión vital”.
Teniendo en cuenta sus orígenes guerrilleros, y el contexto histórico diferente, con un proceso de paz de por medio, las palabras del columnista suenan un poco contradictorias, en especial cuando se lee en el último párrafo, donde menciona su propio caso, y cómo guardó distancia de sus compañeros del Eln para “empezar la búsqueda de la paz y la reconciliación”.
¿Será que cuando cumplan sus condenas los integrantes de las Farc y se quieran vincular a una expresión política como una marcha de un partido legal habrá que repudiarlos todo el tiempo para demostrar se comprendió su pasado criminal?
Al menos suena contradictorio con la paz y la reconciliación.
La supuesta reivindicación de ‘Popeye’ encuentra una validación en el texto humorístico de Daniel Samper Ospina, donde el jefe de sicarios del Cartel de Medellín se convierte de presidente de Colombia.
Ospina retrata divertidamente su posesión.
Para que alias ‘Popeye’ se haya convertido en un fenómeno político de este nuevo siglo, no bastaba con que la serie de televisión del Canal Caracol avalara su vida y normalizara su figura: lo que en verdad disparó al joven y excéntrico presidente colombiano fue su preponderancia como líder cívico en la marcha de 2017, convocada por el Centro Democrático”, dice.
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