“Los humillaron, los sentaron como para matarlos: les pusieron las navajas en la nuca y les dijeron: ‘Este es el último día’”, contó la afligida mujer en Caracol Radio.

Aunque la versión de los tres jóvenes víctimas del hecho ocurrido en el boscoso sector de las faldas de los cerros orientales de Bogotá no se conoce directamente, lo que le contó Montoya a la emisora lo origina con toda seguridad en lo contado por su hija.

Dijo que la joven y el novio “salieron de la casa para dar una vuelta con una niña recién venida [de Caquetá] y no conoce. Entonces se la llevaron a andar para ese parque. Compraron una comidita y se sentaron ahí a comer. Ahí fue cuando les llegaron ellos [los atacantes] todos armados y los llevaron empujados hacia el monte. Allá fue donde los humillaron e hicieron lo que hicieron. Abusaron de ella”.

Lee También

“Se fueron y los dejaron así, pero se devolvieron como para matarlos. Pero Dios detuvo a esa gente, detuvo esos corazones tan horribles de malos”, agregó la madre en la frecuencia radial.

También relató que los tres jóvenes están bien. “Gracias a Dios, la mía ya está aquí en la casa. El muchacho también. Aquí llegaron a las diez de la noche [de este martes]. Todos estaban con los patrulleros en el Parque Nacional haciendo todas las vueltas persiguiendo a los criminales”, dijo.

Contó, así mismo, que la mamá de la menor de edad solo llegará a Bogotá hasta el viernes, procedente de Caquetá.

Recomendó, en estos casos, no callar, “porque así [las autoridades] no rastrean, no hacen nada. Cuando uno habla, gracias a Dios, los medios de comunicación estuvieron muy pendientes”.

Sobre los criminales que atacaron a los tres jóvenes, Montoya dijo: “Confío en Dios y tengo la plena seguridad y la fe y la confianza que no es tarde [para dar] con los hombres que hacen eso. Ellos deben de pagar porque siguen siendo los mismos en ese parque y en todas partes donde ellos puedan”.

“Son de esos criminales que están enseñados a violar y matar”, advirtió la madre. “Espero que los cojan, y en la cárcel tendrán que estar porque ahí se tendrán que morir seguro, porque ellos siguen siendo lo mismo: el que es es, y nunca lo deja de ser”.