Por primera vez, la procuradora general, Margarita Cabello se pronunció frente a la negociación del Gobierno de Gustavo Petro con el Eln. Durante la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, celebrada en Cartagena por esta entidad, la Defensoría y agencias internacionales.

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La procuradora envió 10 recomendaciones para los negociadores de paz del Eln y el Gobierno Nacional, “con base en las lecciones aprendidas” y “para evitar cometer los mismos errores de negociaciones anteriores”. Al respecto también se pronunciaron un representante de la población LGBTIQ, otra de las mujeres rurales y un líder indígena.

Recomendaciones de la Procuraduría 

1. Incluir todas las estructuras que conforman el Eln para prevenir el surgimiento de disidencias y la continuación de las hostilidades.

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2. La reincorporación de los excombatientes a la vida civil debe ser uno de los temas centrales de la negociación desde el inicio de los diálogos.

3. Frente a las Zonas de Ubicación Temporal, se deben revisar criterios más allá de la seguridad, como la titulación de los predios para cerciorarse de que no sean baldíos arrendados por poseedores o en proceso judicial.

4. Verificar en esas zonas de ubicación temporal la logística para su puesta en funcionamiento, las vías de acceso, suministro de servicios públicos, educación y salud.

5. Es necesaria la articulación con la Rama Judicial durante el proceso de negociación para que la construcción de paz fluya de manera adecuada.

6. Hay que idear sistemas de control efectivos para evitar los “colados” en los listados que presenten los grupos armados al margen de la ley y las organizaciones criminales de alto impacto.

7. Se deben garantizar recursos presupuestales para la sostenibilidad futura de los proyectos y programas que se pacten “para no quejarnos después de los incumplimientos de los compromisos adquiridos por el Estado”.

8. Los ajustes normativos necesarios para la implementación de un eventual acuerdo deben avanzar de manera paralela a las conversaciones.

9. Es imperativo que los grupos armados entreguen un inventario cierto y real de los bienes.

10. El diálogo debe ser participativo desde el inicio y debe incluir a las mujeres.

Recomendaciones de la sociedad civil

Durante el evento también hubo un panel de discusión sobre los retos y dificultades del liderazgo social en el escenario de posconflicto. Allí Edilia Mendoza, lideresa mujer rural; Armando Valbuena, líder indígena wayuu; Wilson Castañeda Castro, líder LGBTI+, director de Caribe Afirmativo; y Marco Romero, director de la Consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento (Codhes) lanzaron llamados directos a la mesa de negociación sobre las afectaciones que vive cada una de las víctimas.

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“El principal mensaje es que no se levanten de la mesa hasta lograr la negociación y que ese diálogo no se puede dar sin nuestra participación”, resaltó la lideresa campesina, quien además llamó la atención sobre las afectaciones que viven las mujeres rurales en medio de todas las fuerzas armadas. Armando Mendoza coincidió en las peticiones de la lideresa: la población indígena debe ser partícipe. Pero también resaltó dos aspectos que han sido motivo de discusión en el marco de la implementación del Acuerdo de paz con las Farc: “debe revisarse el tema de las tierras, porque hay más de mil personas jurídicas con el 34 % de las tierra de la República” y que “el Gobierno Nacional debe garantizarle al Eln la confianza para construir la paz total”, aseveró.

Por su parte, Castañeda recordó que en el diálogo de negociación de La Habana entre la antigua guerrilla de las Farc y el Gobierno Santos la delegación de mujeres ‘infiltró’ a un miembro de la comunidad diversa. “Y le dijimos a las Farc y al Gobierno que las personas LGBTIQ+ también tenemos vida y merecemos vivirla dignamente”, exaltó. Por eso, insistió en que ese es su principal llamado a la nueva mesa de negociación. “Es importante que los diálogos permitan respetal la divesidad; que entendamos que los derechos de las personas LGBTIQ+ son derechos y no privilegios. No estamos pidiendo otra cosa que poder vivir en dignidad. Que no solo no nos maten, sino que podamos vivir en dignidad”, aseveró.