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Néstor Murillo Arias, un hombre de 82 años, perdió la vida el pasado fin de semana en circunstancias que aún generan interrogantes. El caso fue reportado cuando Murillo Arias debió ser llevado de urgencia a la clínica Avidanti, ubicada en Armenia, donde lamentablemente los médicos no lograron salvarlo. La noticia causó consternación, no solo por lo inesperado de la situación, sino por la ausencia inicial de certeza sobre las causas de su muerte, lo que impidió que se certificara inmediatamente como un deceso por causas naturales, según la información disponible en Crónica del Quindío.
Ante la incertidumbre sobre los motivos del fallecimiento, las autoridades intervinieron rápidamente. El hecho fue reportado a la central de radio de la Policía Nacional en el departamento del Quindío, uno de los pasos formales cuando se tiene alguna duda sobre la naturaleza del deceso. Seguidamente, se coordinó la actuación de los expertos del laboratorio móvil de criminalística del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), con el fin de efectuar los procedimientos correspondientes en estos casos, tal como lo detallaron los informes de las autoridades que estuvieron presentes.
Los investigadores se desplazaron al depósito de cadáveres del centro médico para cumplir con la inspección técnica del cuerpo. Este proceso es clave para asegurar que se sigan los protocolos de ley y que toda evidencia relevante sea adecuadamente recolectada. Posteriormente, trasladaron el cadáver hasta la morgue de la ciudad de Pereira, en el departamento de Risaralda, donde profesionales del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses realizaron la necropsia. Se espera que los resultados permitan establecer con precisión la causa exacta del deceso, despejando cualquier duda sobre lo ocurrido.
Finalizados los procedimientos legales, los familiares de Murillo Arias reclamaron sus restos mortales y se dirigieron al cementerio Jardines de Armenia, donde le ofrecieron el último adiós. Cabe resaltar que Néstor Murillo Arias era oriundo de Armenia, la capital del Quindío, y residió en barrios identificados como la manzana 18 en La Universal y en la carrera 21A entre calles 11A y 12, sitios que, por su cercanía y presencia en su vida, guardan ahora el recuerdo de quien fuera un miembro conocido de la comunidad local.
El caso de Murillo Arias, divulgado inicialmente por el medio regional Crónica del Quindío, pone de relieve la importancia que tiene para las familias, las autoridades y la sociedad en general que los fallecimientos con causas inciertas sean investigados a fondo y con rigor. Solo así se pueden entregar conclusiones definitivas y se brinda tranquilidad a los seres queridos, quienes esperan respuestas claras y confiables en tiempos de duelo.
¿Por qué se realiza una necropsia en casos de fallecimientos no certificados como naturales?
Cuando la causa de muerte de una persona no puede determinarse de manera inmediata o existen circunstancias atípicas en el momento del deceso, las autoridades solicitan una necropsia. Esta práctica, efectuada por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, consiste en un examen detallado del cuerpo con el objetivo de establecer científicamente la razón del fallecimiento. Así, se evitan suposiciones y se garantiza que la información para la familia y la comunidad sea precisa.
La necropsia se convierte en una medida clave para esclarecer situaciones en las que se debe descartar alguna intervención externa o confirmar que una enfermedad fue la causa del deceso. El rigor de este proceso fortalece la confianza en las instituciones y respalda el derecho de los familiares a conocer la verdad sobre lo ocurrido con sus seres queridos.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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