A través de su cuenta de Twitter, Julio César González, mejor conocido como ‘Matador’, en un aparente tono irónico, le agradeció a su “querida tía Salud” por su “’maravillosa’ e iluminante columna” pero le reclamó por el título: ‘A Matador y al hijo del mono ‘Jojoy’.

“¿No podrías haberla titulado de otra manera? mira que los uribistas que son bien flojitos en lectoescritura podrían leer: ‘A Matador el hijo del ‘Mono Jojoy’”, escribió el caricaturista.

A ese trino, la periodista le respondió, en el mismo tono sarcástico, y le dijo que sí pudo titular de otra manera pero que “la gente es menos boba de lo que cree”.

“Querido sobrino. De acuerdo, pude titular de otra manera, pero la gente es menos boba de lo que cree. Y quien no distinga el abismo que hay entre ustedes dos, no me interesa lo que piensen. Disfrute el día, sobrino”, escribió Hernández.

“¡Por los cachetes de Franco!”, volvió a replicar el caricaturista que le dijo a Hernández que la gente no será “boba”, pero “sí son atolondrados” por, dice él, elegir de presidente a Iván Duque.

La discusión terminó ahí, pues la periodista no volvió a responderle al dibujante.

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Y es que en su columna en El Tiempo de este miércoles, Hernández expresó que no le gustó la carta que el hijo del ‘Mono Jojoy’, Jorge Suárez, le escribió a su papá porque muestra un “orgullo desmesurado” hacía una persona “que ejerció la criminalidad de manera despiadada”.

Posteriormente, la columnista mencionó la “extraña actitud de Matador frente al idiota que le envió un mensaje amenazante”, y que hace poco fue condenado por esas intimidaciones.

Según dice ella, ‘Matador’, “durante meses, y casi que a diario, dibujaba una paloma de la paz y a Santos como gran redentor”, pero no pudo perdonar al sujeto que desde el principio quiso pedirle “perdón en público, en privado, de rodillas, en donde lo citara, por su ‘terrible error’”.

“[…] Sigo sin entender que no aceptara la petición inicial de clemencia del autor [de la amenaza], que habría detenido la bola de nieve judicial, generosidad que los partidarios del proceso de paz requieren de las víctimas de crímenes atroces como el secuestro, incluso antes de que confiesen. Solo cuando ya era inevitable la condena, lo perdonó”, señaló la columnista.