Valencia captó la atención del país cuando, en una sesión de la Comisión de Paz del Congreso que buscaba aprobar una proposición en la que se pedía al presidente del Senado, Ernesto Macías, que remitiera a la Corte Constitucional las objeciones del presidente Iván Duque a la ley estatutaria de la JEP, le dijo “narcoterrorista” a Jorge Torres Victoria (verdadero nombre de ‘Catatumbo’).

En el recinto, como consecuencia, se invadió de gritos como “¡los ‘paracos’ son ustedes!”. Y eso que era en la Comisión de Paz del Congreso.

Discusión Paloma Valencia y 'Pablo Catatumbo'

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Para analizar la situación, Caracol Radio entrevistó a Carlos Medellín, hijo del magistrado Carlos Medellín Forero, asesinado durante el holocausto del Palacio de Justicia

En esa y en otras emisoras, Valencia dijo que no va a dejar de llamar “narcoterroristas” a los senadores de la Farc. Por eso, le preguntaron a Medellín qué sintió con la actitud reiterada de la senadora del Centro Democrático.

“A todos nosotros, las víctimas de esas circunstancias [la toma del Palacio de Justicia] nunca nos preguntaron, nunca nos llamaron. No hubo verdad, no hubo justicia y no hubo reparación. Sin embargo, uno sí podría preguntarse ¿el proceso de paz con el M-19 es un buen o un mal proceso de paz? Lleno de fallas, yo creo que es un buen proceso. Entre la guerra y lo que se vivió y lo que pasó después con el M-19 yo creo que es un proceso exitoso con una gran falla: sin verdad, sin justicia y sin reparación”, dijo Medellín.

“Lo que se está buscando ahora es que haya un proceso de paz con las Farc, con verdad, con justicia y con reparación, para lo cual es muy importante que a JEP pueda funcionar”, agregó.

Después, habló de las diferencias que hay entre perdón y olvido. “Para nosotros, las víctimas, para mí personalmente, a los guerrilleros del M-19 los califico, frente a la toma del Palacio de Justicia, siempre lo he dicho y lo repito:  siguen siendo personas esquizofrénicas y cobardes. Y también asesinas”.

“Sin embargo, frente a la lógica de un proceso de paz y frente a los indultos y las amnistías, hay que aprender a ponderar el sentimiento individual y personal de tristeza, de rabia y de odio por un sentimiento distinto, que es el sentimiento ya social y global pensando en el futuro de los hijos y nuestros nietos. El odio no es buen consejero”, sentenció.

En la emisora, el jurista Hernando Herrera le preguntó a Medellín cómo vivir con ese dolor y perdonar, si se tiene en cuenta que su suegro, Guillermo Cano, director de El Espectador, también fue asesinado por el narcotraficante Pablo Escobar.

“Muy difícil. Mis hijos tienen sus dos abuelos asesinados y nosotros en familia tratamos de inculcar valores superiores de justicia, de convivencia. Perdonar por perdonar, no. Y cuando lo obligan a uno a perdonar, tampoco. Una cosa es el perdón y otra cosa es el olvido”, fue la respuesta de Medellín. “Nosotros tratamos de no vivir todo el tiempo creciendo en el odio, creciendo en la venganza, porque la vida con solo odio y con solo venganza no sale bien. Como padre de familia no está bien crear una familia con niños que tienen todo el futuro por delante alimentándoles el odio y la venganza”.

Y precisó tajantemente: “A Pablo Escobar y su familia no la perdonamos, y al M-19 tampoco lo perdonamos. Ni a los militares que arrasaron con el Palacio de Justicia. Pero esos son sentimientos muy individuales y muy personales que requieren mucho tiempo, casi como dos o tres generaciones para poderlos superar. Otro tema es la convivencia y que podamos los colombianos poder construir sobre bases diferentes al odio y la venganza”.

Darcy Quinn recordó, en alusión a Paloma Valencia, que “una y otra vez” en esa emisora ven cómo “las personas que sí deberían tener algún tipo de resentimiento porque sufrieron en carne propia la violencia, les mataron su familia, sus hijos, hablan de haber perdonado y de querer la paz”.

“¿Y por qué las personas que no les pasó nada directamente, porque a todos nos ha afectado la violencia de alguna manera, pero que no les pasó nada directamente o a su familia o a su propia sangre les cuesta tanto?”, preguntó la periodista.

La también periodista Érika Fontalvo añadió un ingrediente más: “Sobre todo, cuando hay intereses políticos de por medio…”.

Medellín subrayó ese punto. “Yo creo que el tema es ese. Llamar a la guerra siempre es popular. Todas las civilizaciones fueron a la guerra cantando y volvieron llorando. Llamar a la guerra siempre vende. Y a los que nos ha tocado llorar en la guerra preferimos pensar en un país distinto. Por razones políticas (y estamos en campaña, porque la campaña ya arrancó), yo entiendo que a nivel regional en muchos sitios de Colombia ese discurso es muy popular y vende”.

En ese punto intervino Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda y expresidente de Ecopetrol, y recordó que su hermano mayor fue asesinado en medio del conflicto. “Todos hemos sufrido mucho en Colombia con este conflicto. Pero tenemos que aprender de qué ha pasado en el mundo”, dijo.

Y para terminar, planteó su reflexión en una perspectiva macro: “Imagínese si el mundo se quedara en las penas del pasado. Piensen en los japoneses: los americanos les sueltan las bombas de Hiroshima y Nagasaki, y los japoneses perdonan a los americanos y son hoy su gran aliado; los alemanes les hicieron cosas terribles a los franceses y hoy son la base de la Unión Europea. Los colombianos no somos el único pueblo que ha sufrido en el mundo, no somos el último y no somos el primero. Todos tenemos heridas, todos tenemos cicatrices, pero nos toca echar para adelante. No vamos a resolver todos y cada uno de los problemas que se quedaron en el pasado. Aprendamos de lo que ha hecho el mundo: llevamos decenas de miles de años y de historia sufriendo, pero uno echa es para adelante”.