En un reciente desarrollo normativo propuesto por el Ministerio de Educación de Colombia, se ha presentado un borrador de decreto destinado a la reestructuración de horarios y jornadas laborales en la educación pública , bajo la dirección del ministro Daniel Rojas.
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La iniciativa surge para redefinir la gestión académica en las instituciones estatales y mejorar la dinámica educativa para estudiantes y docentes. El borrador en cuestión busca modificar ciertos artículos del Decreto 1075 de 2015, que regula los procedimientos administrativos del sector educativo en Colombia.
Principalmente, el documento propuesto recalca la organización de la jornada escolar y laboral dentro de las instituciones de educación formal del Estado. Para la educación básica primaria, se mantendría un esquema de 25 horas semanales, mientras que la secundaria y media contaría con 30 horas a la semana, sumando aproximadamente 1.000 y 1.200 horas anuales respectivamente.
La educación prescolar también tendría una asignación de un mínimo de 20 horas semanales, con posibilidad de incremento según las políticas internas de cada centro educativo.
Respecto a los docentes, el borrador establece que la carga académica semanal de un educador de educación básica secundaria y media será de 22 horas efectivas, distribuidas en períodos de clase de 60 minutos cada uno, incluyendo los tiempos de descanso pedagógico.
Los docentes y directivos dedicarían seis de sus ocho horas laborales diarias al cumplimiento de su asignación académica y tareas curriculares complementarias. Las dos horas restantes se destinarían a actividades autónomas del educador.
La propuesta también menciona que en los centros donde se aplican dos jornadas escolares, la permanencia del docente en el establecimiento será de seis horas continuas, ya sea en la mañana o en la tarde.
¿Por qué buscan modificar la jornada escolar en Colombia?
Este plan busca preservar la calidad del servicio sin extender inadecuadamente las horas de trabajo de los profesores, ni alterar la calidad del aprendizaje ofrecido.
Esta nueva política ha generado opiniones divididas entre los expertos del sector educativo. En diálogo con Semana, algunos especialistas señalan la preocupación de que estas medidas podrían impactar negativamente la cobertura y la calidad de la educación, sobre todo en aquellas instituciones que ya enfrentan desafíos como la falta de docentes e infraestructura adecuada.
¿Es bueno o malo modificar jornada escolar?
Los expertos destacaron que, si bien la flexibilidad para ajustar las cargas laborales es positiva, no necesariamente compensa los problemas estructurales más grandes del sistema educativo colombiano.
Con la publicación de este borrador, el Ministerio de Educación busca abrir un espacio para que la comunidad académica y el público en general puedan ofrecer sus comentarios y sugerencias, con el fin de afinar la propuesta antes de su implementación definitiva.
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