El análisis del Instituto se basó en 4 objetivos del proyecto: el primero, la conservación de las especies de flora y fauna, en la que el informe recomienda identificar las poblaciones de la reserva y los mecanismos para su prevención, ya que en el proyecto se generalizaron las especies de la región, informa El Espectador.

En segundo lugar, el informe estudia la conectividad entre los cerros y el río Bogotá, y cree necesario evaluar los requerimientos para la protección de suelos, quiénes se verían beneficiados con esta medida y el valor arqueológico e histórico del territorio.

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Además, pide que se profundice en cómo se sopesará el uso de terrenos agrícolas, los más fértiles de la sabana de Bogotá, ya que se planea urbanizar dichos suelos, que según el estudio ‘Crecimiento y evolución de la huella urbana para los municipios del área Bogotá región’, son los únicos que tienen esas condiciones en la capital, y se desconoce qué impacto ambiental se generaría a mediano y largo plazo.

En tercer lugar, el informe analizó el impacto de ese proyecto en las comunidades y pidió hacer un estudio socioeconómico segregado, ya que las condiciones de los que habitan en la región, son variables; pues si bien existen zonas urbanas, también hay zonas rurales en las que el Distrito debe especificar “los espacios de uso agropecuario, las áreas de reconstrucción de sistemas muisca de manejo de humedales o espacios de recreación, educación o uso institucional”.

Finalmente, el Instituto Humboldt hace una observación al actual Plan de Manejo Ambiental, ya que no deja claro cómo ejecutaría el proyecto de la realinderación de la Reserva Van der Hammen y tampoco cómo garantizaría su realización. Y recomienda priorizar un análisis sobre la conectividad funcional y la influencia de la infraestructura que la rodea, incluyendo otras entidades como el Ideam, el IGAC, la academia y la misma sociedad civil.

Al respecto, el gerente de Ciudad Norte, Juan Camilo González, aseguró, según el diario, que ya se están haciendo ajustes al proyecto basados en el informe de Humboldt, como incluir varias de las entidades recomendadas por el instituto, aunque aclaró que las observaciones al Plan de Manejo Ambiental se tendrán en cuenta solo si se aprueba la intervención.

No obstante, la directora del Instituo, Brigitte Baptiste, señaló en la última carta enviada a la Secretaría de Planeación que no cuentan con “la información suficiente para definir la bondad de uno u otro modelo de intervención” ni la capacidad para analizar a profundidad los temas no ambientales.