Es tal vez una de las personas que habla con más franqueza sobre la ejecución de este procedimiento que no dura más de 9 minutos y consiste, en suma, en la aplicación de una inyección letal. Lo había hecho, por ejemplo, en una entrevista al diario El Espectador en la que incluso contó que muchos de sus pacientes le dicen “no me vas a dejar aruñando el ataúd por dentro”.

El miércoles 3 de octubre el médico Quintana fue invitado al programa ‘En Directo’ del Canal Capital. En ese espacio recordó un caso que lo estremeció hasta las lágrimas, la eutanasia de una mujer de 49 años en el barrio Las Ferias de Bogotá.

El doctor cuenta los motivos que la llevaron a pedir ayuda para lo que considera una muerte digna. “Me dice, doctor mire mi situación: si yo en este momento no cuento con un alma caritativa que me acompañe a mi sitio para hacer mis diálisis, no soy capaz de ir. Míreme los pies. Tengo programada una cirugía para que se me amputen ambos pies dentro de 3 semanas”, relató.

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Días después de esa primera visita, llegó aquel viernes en el que se realizaría el procedimiento a las 9 de la noche. El ‘Doctor muerte’ llegó puntual a la casa de inquilinato y ella le dice que una amiga le hará compañía.

Ella pide una espera de 5 minutos. Se encierran en el cuarto. Sale la paciente con su mejor ropa de dormir, maquillada. Su amiga la vistió con los únicos 2 aretes de oro que, dice Quintana, eran todo su patrimonio. Y le dice:

“Es que así bonita es como quiero llegar a mi final”.

Fue entonces cuando el médico no fue capaz de contener las lágrimas. “Me conmovió tanto ver que una persona de una clase social como la de ella pudiera decirme que quería llegar feliz y con lo mejor de su atavío a su proceso final”, expresó el doctor, a quien le tomó 15 minutos para reincorporarse, tomar su vena y finalizar su labor.

“La muerte no es la antítesis de la vida, es tan solo su parte final”, concluyó Quintana.

Este es el video del relato en Canal Capital: