Lo hizo en una entrevista que concedió a Caracol Radio en la que reiteró que la revista Semana, pese a tener un “muy brillante historial periodístico, no manejó de manera adecuada”, la información sobre la directriz del Ejército que estaría abriendo la puerta de nuevo en Colombia a la abominable práctica de los ‘falsos positivos’, algo que sí publicó The New York Times.

“Lo expresé con honestidad, tanto en privado como en público, lo cual sigo pensando”, dijo Coronell a la emisora. “Pienso que es un derecho de un columnista discrepar de una política editorial y manifestarlo públicamente”.

Pero también valoró el “esfuerzo” que hizo el director de la revista, Alejandro Santos. “Sé que no es fácil para un director autoexaminarse y mostrar ese examen públicamente a través de un editorial y mostrar lo que a su juicio sucedió ahí.

Coronell contó que después de que lo despidieron, tuvieron una reunión con Santos y pusieron “todas las cosas en la balanza”. Al final, “la conclusión es que teníamos muchas más razones para seguir juntos que para separarnos. Y aquí estamos. Todas las relaciones tienen altos y bajos”.

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“Es muy importante que los principios queden claros y creo que esta fue una situación que permitió decir cosas que son importantes para el periodismo, que permiten hacer un examen de un episodio periodístico que no es un tema que se circunscriba a la revista Semana, sino que sirve para revisar el papel que debe cumplir el periodista frente a la información pública”, agregó el columnista en la emisora.

Dijo que con Felipe López, fundador y accionista de la revista que le canceló la columna, han hablado después del episodio. “Tengo por él respeto y enorme consideración y me parece que su trabajo al frente de Semana ha logrado hacer lo que Semana es hoy y lo que ha representado para el periodismo colombiano. No voy a ahondar en las diferencias. Felipe no solo es el fundador de la revista, sino su inspirador y nada pasa en la revista sin que él lo apruebe”.

De esta afirmación de Coronell se puede inferir que López aprobó su regreso.

Pero quizá lo más importante de este incidente son las lecciones que extrae Coronell, que constituyen el fundamento de lo que es ahora el quehacer de los medios y de los periodistas.

“La principal es que los periodistas y los medios estamos más sometidos al escrutinio ciudadano ahora más que en cualquier otro momento de la historia”, planteó el columnista. “Que los ciudadanos no son los receptores pasivos que nos imaginábamos en una época que ya por fortuna pasó. Los ciudadanos no solo reciben la información, sino que la demandan y nutren esa información”.

Sobre los medios de comunicación, dijo que “es importante que sepan que al someterse a ese escrutinio ciudadano están pasando cada día una prueba de credibilidad. Los medios han pasado de tener un papel hegemónico y vertical frente a la sociedad a tener un papel mucho más horizontal y democrático en donde tienen que permanentemente explicar lo que hacen y lo que no hacen”.

Finalmente, dijo algo que seguramente causará escozor en las salas de redacción de muchos medios: “Los medios y el periodismo en particular se nutren de la discrepancia interna. No son los consensos los que deben regir el periodismo, sino la discusión creativa y poder tener varios puntos de vista involucrados en lo que hace un medio de comunicación”.