Francisco*, a sus 26 años, no era un consumidor habitual de alcohol. Sin embargo, en la Navidad del 2004 bebió más de la cuenta y terminó en las Urgencias de un hospital quindiano. Se dio un golpe en la cabeza y tuvo que ser llevado por sus familiares a una institución de salud.

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Él no era de salir a tomar con los amigos, incluso estos últimos lo tildaban de ‘zanahorio’. El día del accidente estaba feliz porque su mamá había llegado a visitarlo de España.

“Me tomé una copa de vino con la cena del 24, el error estuvo en el después. Le recibí aguardiente a un tío y eso me revolcó. En un momento, estábamos compartiendo sentados y cuando quise pararme al baño, caminé unos metros y me fui al suelo”, indicó el joven.

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Lo levantaron y Francisco no volvió en sí, por lo que decidieron buscar atención para él. Estaban bastante asustados, pues al joven le sangraba la nariz y se había reventado el labio superior en la caída.

En el hospital le prestaron los primeros auxilios y, tras unos exámenes, los médicos determinaron que tenía una conmoción cerebral. Tuvo que quedarse allí por casi una semana. La hemorragia cesó y el labio se curó.

“Ya para el 31 no me quedaron ganas de beber. Aprendí de una forma muy dura que cuando no estás acostumbrado a tomar, no debes hacerlo; tampoco hay que mezclar los tragos entre sí”.

Recomendaciones para beber alcohol con seguridad en Navidad

En eso está de acuerdo Ana Milena Coral, especialista en medicina alternativa y terapia neural. La profesional pide tener cordura al celebrar en estas festividades, más si hay alcohol de por medio.

Las personas que no tienen el hábito de beber, cuando lo hacen, pueden tener más exacerbados los efectos adversos. Pasa que en ellos, las enzimas del hígado, las que metabolizan el alcohol, no están tan activas”, dijo.

Ella también habló de otras cosas que pasan en el cuerpo, cuando se ingieren estas bebidas: “Hay una irritación en el estómago, por la acidez que genera el exceso de alcohol en el organismo. También hay, dependiendo de la cantidad tomada, inflamación en otros tejidos como el hígado, el bazo y las estructuras sanguíneas”.

Coral agregó: “También puede afectar el flujo sanguíneo cerebral, causado por la inflamación del cerebro, que ocurre como consecuencia de las toxinas que se generan en los intestinos; mientras ocurre el metabolismo del alcohol”.

La profesional hace un llamado a jóvenes y adultos a conocer sus propios límites frente a este compuesto, pues los efectos como las náuseas, el vómito, el dolor de cabeza (el guayabo en sí del día después), son diferentes de una persona a otra.

“Es que hay unos cuerpos que toleran menos las bebidas embriagantes, llámense aguardiente, cerveza, vino, etc. Suelen presentar manifestaciones adversas, de manera más temprana, quienes tienen trastornos del sistema digestivo”, insistió.

Coral añadió: “Quienes padecen de reflujo, gastritis, condiciones de este tipo, suelen verse más afectadas que personas que no las tienen. Los síntomas dependen de cada persona. No todos tienen la misma capacidad de metabolizar el alcohol”.

Según la médica, quienes estén tomando medicamentos antiparasitarios, deben evitar el alcohol. Tanto el licor, como estos fármacos, se metabolizan en el hígado. Pasarse por alto esto puede dañar el órgano y atentar contra la vida.

Algunos especialistas recomiendan o permiten la ingesta de estas bebidas, solo 24 o 48 horas después de haber terminado el tratamiento. Si recientemente consumió un medicamento, consulte con el médico tratante si puede beber.

Las personas con diabetes deben tener mucho cuidado, no deberían ingerir alcohol, sea porque estén consumiendo medicamentos o porque hacen uso de la insulina. Pasa que así estos tienen mayor riesgo de desarrollar hipoglicemia (poca glucosa en el torrente sanguíneo) y empeorar el cuadro médico. En el largo plazo le puede hacer mucho mal a todo su cuerpo”, concluyó la experta.

* El nombre del protagonista de la historia se usó sin el apellido por su solicitud.

“El consumo peligroso de alcohol corresponde a la ingesta de cuatro bebidas o más, en mujeres; o cinco bebidas o más, en hombres, en aproximadamente dos horas. En jóvenes, el límite de consumo es de tres bebidas en chicas y de tres a cinco en chicos, dependiendo de la edad y tamaño”, explicó Ana Milena Coral.

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Otros cuidados para cuando esté tomando

Tenga en cuenta ciertas recomendaciones, si va a beber o alguien lo hace:

  • Evite la actividad física o ejercicio bajo los efectos del alcohol o enguayabado. Así su organismo no está en las mejores condiciones.
  • Deben evitarse juegos bruscos con personas alicoradas; más si hay alrededor pisos húmedos, filos, estructuras metálicas, con los que se causen lesiones. El borracho debe estar lejos de las escaleras, balcones, pendientes.
  • Si va a beber, aléjese de las fuentes de calor, sean fogatas, fogones, etc.