En abril de 2011, la familia Burr había completado el largo y enredado proceso legal existente para que dos niños campesinos de 13 y 9 años, víctimas de maltrato, abuso y desnutrición, fueran adoptados por el periodista, recuerda Andrés Sanín.

Sin embargo, una revelación espontánea sobre la orientación sexual del adoptante, hecha ante una funcionaria del Icbf, dio al traste con el proceso y desembocó en un asunto legal que finalmente resolvió la Corte Constitucional a favor de Chandler Burr.

“En revisión ante la Corte Constitucional, esta decidió proteger el derecho al debido proceso y el derecho de los niños a ser escuchados y ser tenidos en cuenta”, destacó el centro de estudios jurídicos DeJusticia.

Los homosexuales son malvados, anormales y enfermos…tú mentiste e irás a la cárcel”, fueron algunos de los señalamientos que recibió el periodista cuando una parte país entró a condenar que un “gringo gay” intentaba adoptar a dos pequeños hermanos colombianos.

Era una ignorancia medieval”, dice Chandler al recordar el debate de los sectores más conservadores del país que alegaban hasta el escándalo cómo era que un homosexual pretendía adoptar a “nuestros hijos”.

No me gustaba mi papá (colombiano). Siempre llegaba borracho a la casa. Estaba mal de la cabeza. Venía  a la casa, le pegaba a mi mamá y ella tenía cicatrices en todo el cuerpo debido a los golpes”, dijo Joe, uno de los menores adoptados, que hace 7 años vive junto a su familia norteamericana en New Jersey, Estados Unidos.

No teníamos baño. Teníamos que dormir en la misma cama mi papá, mi mamá y mi hermano”, añadió Joe que lleva una vida con oportunidades reales para él y su hermano en un país en donde la mentalidad igualitaria es tan normal y tan natural como  cualquier cosa en la vida.

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