El general Guatibonza sería uno de los intermediarios entre los clientes y las víctimas de esas chuzadas ilegales, indicaron varios medios.
Hasta el momento, el oficial retirado deberá responder por los delitos de concierto para delinquir, utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático, interceptación de datos agravado y violación de datos personales, informó W Radio.
Según la investigación de la Fiscalía, el oficial recibía las solicitudes y contactaba a esa oficina de interceptaciones ilegales o a otros policías que también fueron detenidos por el nuevo escándalo. Uno de ellos es el coronel Jorge Humberto Salinas, que ahora es testigo de la Fiscalía, agregó Caracol Radio.
Este oficial habría revelado que uno de los clientes de las 176 carpetas que encontraron estaba archivada bajo el alias de ‘Barbas’, y correspondería a un caso solicitado por el senador Armando Benedetti.
A parte del Fiscal Néstor Humberto Martínez, otros miembros de la Fiscalía también habrían sido víctimas de esta red, así como funcionarios judiciales, magistrados, políticos y empresarios.
Además, hay versiones que indican que el Gobierno de Ecuador también pudo ser cliente de esa oficina para obtener información sobre alias ‘Guacho’; al igual que empresas de envíos nacionales y del sector petrolero.
El general aparece como dueño de la empresa A&G seguridad, que está registrada en Cali y tendría relación con el centro de operaciones criminales que funcionaba en el municipio de Ipiales, Nariño; y que fue desmantelado en agosto pasado.
En ese momento capturaron a tres oficiales retirados del Ejército y una exfuncionaria del Ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
El general retirado es recordado porque estuvo durante muchos años en el Gaula de la Policía, y tuvo mucho éxito liderando las operaciones de antisecuestro y antiextorsión. En su trayectoria sumó 2.562 rescates de ciudadanos de manos de las guerrillas y la delincuencia común. Por su desempeño fue condecorado en más de 60 oportunidades.
En algún momento incluso solicitó su baja de la institución, pero continuó allí e incluso estuvo al frente de la Policía Metropolitana de Bogotá. Meses después de salir de esta comandancia se retiró porque no estaba en la línea de mando para ascender.