Una grave denuncia fue hecha por una joven llamada Carolina, una ‘influenciadora’ de 21 años, quien aseguró haber sido víctima de un secuestro exprés la noche del jueves 17 de julio, luego de salir de fiesta en la reconocida Zona T de Bogotá.
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De acuerdo con el relato de la creadora de contenido, todo ocurrió después de asistir a un evento de Red Bull junto a sus amigas. Más tarde, se dirigieron a una discoteca ubicada en la calle 85, donde permanecieron hasta aproximadamente las 10:50 p. m. Carolina explicó que normalmente solicita transporte a través de aplicaciones móviles por seguridad, pero esa noche, por estar apurada, decidió abordar un taxi que se le acercó y le ofreció el servicio directamente.
@nosoycarolina Moraleja, no tomen taxis en la calle solas #bogota #inseguridad #robo #taxi #storytime ♬ original sound – Caro✨🍄
La joven afirmó que, al subir al vehículo, indicó la ruta al conductor sin notar nada sospechoso al principio. Sin embargo, minutos después, el taxista comenzó a desviarse de las vías principales y tomó caminos oscuros y poco transitados. La situación se tornó más alarmante cuando detuvo el vehículo para permitir que dos hombres más se subieran, acorralándola dentro del automóvil.
“Se metieron dos personas al taxi, uno por un lado y otro por el otro lado. Me golpearon la cabeza, me la bajaron y me cubrieron con la chaqueta”, explicó la joven.
En ese momento, comenzaron a exigirle sus pertenencias y las contraseñas de sus cuentas bancarias. Por fortuna, no llevaba tarjetas con ella. No obstante, sí le quitaron el celular y accedieron a sus datos personales. Uno de los atacantes se mostró especialmente violento, golpeándola constantemente, mientras que el conductor fingía ser también víctima del asalto.
¿Qué salvó a la ‘influenciadora’ del secuestro y atraco en el taxi?
Lo que salvó a Carolina fue haber compartido su ubicación en tiempo real con su hermana antes de tomar el taxi. Al notar que el vehículo se desviaba del trayecto habitual, su hermana se alertó y contactó inmediatamente a la Policía. Mientras tanto, los delincuentes le dijeron a la joven que la mantendrían secuestrada durante dos días en el sur de Bogotá, con la esperanza de obtener algún tipo de rescate.
Tras borrar la información de sus dispositivos, robarle su bolso y quitarle incluso su chaqueta, los agresores la dejaron abandonada en una avenida solitaria. Antes de marcharse, le ordenaron que corriera en dirección contraria al taxi para evitar ser seguida. Carolina logró pedir ayuda a una pareja de motociclistas, quienes, al verla en evidente estado de angustia, la auxiliaron, le pidieron un servicio por DiDi y se mantuvieron en contacto con su familia durante el trayecto a casa.
La joven, todavía afectada emocionalmente por lo ocurrido, decidió compartir su experiencia en redes sociales para advertir a otros sobre los riesgos de tomar taxis en la calle, especialmente en horas de la noche. Su testimonio ha causado gran indignación y reabre el debate sobre la seguridad en el transporte público en Bogotá.
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