Por eso, es muy difícil que ese aumento de cultivos de coca “se traduzca en algún momento en rayas de cocaína” dentro de Estados Unidos, dice Ochoa, en El Tiempo.
La periodista, además, afirma que la cocaína ha dejado de ser una amenaza grande para el país norteamericano: “Mientras la cocaína mató a 2.000 personas en Estados Unidos en el último año, la heroína y las anfetaminas les cobraron la vida a casi 50.000”.
Así mismo, de acuerdo con Ochoa, es en China donde se producen pepas que se consumen de forma masiva en Estados Unidos.
La periodista dice, entonces, que los medicamentos para el dolor, prescritos en el país norteamericano, han hecho que la gente se vuelva “adicta a la heroína, el fentanilo y las anfetaminas “.
“Es su marihuana hidropónica –que ya tiene 10 nuevos millones de consumidores en Estados Unidos– la que está generando unas sicosis y unos desequilibrios mentales nunca antes vistos entre los adolescentes y adultos”, complementa.
Sobre el texto de Ochoa, el exdirector de la Dian Juan Ricardo Ortega hizo un comentario en su cuenta de Facebook:
Si la discusión de la droga es el daño que genera, las drogas de prescripción, las nuevas mariguanas con 80 veces el THC y la heroina con sus fármacos inductores Oxicom y Fentamyl son los verdaderos problemas”.
“El escándalo de la mayor área cultivada es un caballito de batalla para volver a arrodillar a Colombia en esta absurda guerra perdida”, dice Ortega.
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