El abuelo, de 74 años de edad e identificado como Antonio, vivía en la manzana A del barrio Nuevo Horizonte, en una casa grande de dos plantas que de acuerdo con Noticias Caracol se vio obligado a ‘regalar’ por un precio de 23 millones de pesos.

Esto, porque el hombre venía siendo objeto de extorsiones y ya había tenido que hipotecar su vivienda por 20 millones de pesos, según contó en el noticiero el capitán John Villamil, comandante del Gaula de la Policía en el departamento.

El noticiero dio a conocer las amenazas que le enviaban al propietario de la casa:

“Vea don Antonio, ya llevamos más de dos meses y usted nada que hipoteca esa casa. Necesitamos urgente se rebusque los contactos o venda esa berraca casa. Yo no me quiero meter con la vida suya, o que uno no sepa y le pase algo. Ya a usted se le dijo y usted no está ayudando. La próxima vez que yo vuelva a ir por allá, me tiene la berraca plata o mejor que no lo encontremos”, le dice un hombre a Antonio.

A “él le tocó salir del departamento porque se quedó sin nada de ahorros y sin su vivienda”, aseguró a ese medio el patrullero e investigador del Gaula John Rodríguez.

Caracol buscó al nuevo propietario de la casa de Antonio y lo primero que dijo fue que él hizo el negocio sin saber lo que había detrás.

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“Estaba vendiendo la casa y yo vine y se la compré, pero me di cuenta tarde, cuando ya había pasado eso”, explicó a ese medio César Pineda, que dijo que de haber sabido de las extorsiones no habría adquirido esa propiedad.

La Policía de Quindío dio a conocer fotos de la captura de dos de los señalados extorsionistas, a los que según el informativo les aplicarán extinción de dominio a sus bienes. Se conoció, también, que uno de ellos tiene antecedentes por hurto calificado y extorsión.

Este es el informe completo de Noticias Caracol: