Como bien se sabe, la enfermedad de Alzheimer no tiene una cura hoy en día, solo existen tratamientos paliativos para la enfermedad, los cuales suelen ser de alto costo y están fuera del alcance de familias con bajos recursos.

Por ello, el programa de investigación Fortalecimiento de las capacidades nacionales para el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad colombiana con aplicaciones clínicas, a partir de la producción de una formulación con base en inhibidores de tipo alcaloide de la acetilcolinesterasa (enzima), sintetizados con plantas nativas de la familia Amaryllidaceae, para el tratamiento de demencias (p.e Alzheimer), tiene como objetivo la producción nacional del medicamento, la protección de la zona donde habita la familia Amaryllidaceae y el cultivo de manera consciente y sana de estas, para que, de tal forma, se facilite el acceso a las personas de bajo estrato socioeconómico.

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En este sentido, los doctores Natalie Charlotte Cortés y Edison Humberto Osorio, quienes hacen parte del profesorado de la Universidad de Ibagué, en la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas, llevan empapados y familiarizados con el tema desde hace 10 años y, por lo tanto, realizan un seguimiento detallado en el proceso de la investigación.

“Para el tratamiento de la enfermedad Alzheimer hay tres medicamentos, y de esos tres solo existe uno natural, el cual es la Galantamina, y se extrae de plantas de la familia Amaryllidaceae (un tipo de cebolla silvestre); son plantas que tienen bulbos, hojas acintadas y tienen una flor muy llamativa, además, de que su característica más importante es que tienen un alto valor ornamental. Sin embargo, los cultivos de esas plantas se encuentran en otros continentes, especialmente en Asia y África, pero lastimosamente en América Latina no hay cultivos de esas plantas”, comenta la doctora en Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias, Nataly Charlotte, quien en la actualidad imparte las asignaturas de Química general y Bioquímica en la Universidad de Ibagué.

No obstante, la familia Amaryllidaceae la podemos encontrar en zonas boscosas en los departamentos Quindío, Risaralda, Chocó, Cauca, Valle del Cauca y en el Tolima, pero existen muy pocas referencias de la especie, por lo que es un reto grande para los científicos encontrarlas, y así poderlas propagar y trabajar con ellas desde la biotecnología. También los investigadores resaltan las dificultades que conlleva el proceso de pasar una planta silvestre a un cultivo.

Así pues, gracias a metodologías como la biotecnología, la idea es, a partir del uso racional y responsable, extraer la galantamina de plantas endémicas colombianas del género Eucharis, para así obtener el tratamiento. Cabe recalcar, que no se estaría vulnerando la biodiversidad, sino que se rescatarían las plantas del estado de amenaza o en vía de extinción en que se encuentran.

“Lo que queremos es poder sacarla acá mismo para brindarla en el consumo interno y así poder ayudar de una manera clínica a las personas con Alzheimer. Es un tratamiento sintomatológico, para tratar los síntomas de pérdida de la memoria de la enfermedad Alzheimer, retardarlos para mejorar la calidad de vida”, agrega la docente.

La entidad que financia la investigación es el Ministerio de Ciencia y Tecnología en Colombia (Minciencias), la cual lanzó una convocatoria a nivel nacional, en donde participaron siete proyectos, de los cuales cinco resultaron beneficiados económicamente. El monto de financiación fue de 4.435 millones de pesos donde están repartidos equitativamente por todas las instituciones, dependiendo de las necesidades de cada universidad. Todas trabajan juntas, unidas y equitativamente.

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Otro de los aspectos que se debe tener en cuenta es la intención del proyecto en crear una conexión entre la academia con la industria y la sociedad. Se tiene pensado que el medicamento puede tener una formulación líquida o sólida, con base en inhibidores de tipo de coloides, sintetizado a partir de plantas nativas de la familia Amarilidáceas.

Sucesos.
Sucesos.

Actores influyentes y pasos para realizar el proyecto

En este proyecto, la Universidad de Ibagué participa con los profesores Edison Humberto Osorio López y Natalie Charlotte Cortés Rendón. Sin embargo, el punto principal donde se está llevando a cabo es en Cali, en la Universidad ICESI, la cual es la ejecutora del proyecto y se encarga de la parte administrativa.

“Hacemos acompañamiento a un grupo grande de universidades en las cuales están: el Sena, en Valle del Cauca; la Fundación Valle de Lili (hospital universitario); y la empresa con la que se desarrolla es Tecnoquímicas S.A. En Bogotá se cuenta con el apoyo de la Universidad de los Andes y el Instituto Humboldt, encargado de la parte de biodiversidad a nivel nacional”.

“Lo fundamental de todas las instituciones son los estudiantes, debido a que se están incorporando en el proyecto estudiantes desde quinto semestre, y esto incentiva al desarrollo científico y académico”, argumentó el docente Edison Osorio, Doctor en Ciencias Químicas, quien imparte cursos para diferentes programas en la Universidad de Ibagué, en este caso en la Facultad de Ingeniería y el programa de Biología Ambiental, y quien lleva más de seis años trabajando en una línea de investigación que se titula Insilico: “Básicamente es la simulación de los productos naturales o sustancias químicas que se puedan extraer de las plantas; pueden ser activos en diferentes blancos moleculares para algunas enfermedades, en este caso el Alzhaimer”.

“Hay varios profesores a nivel mundial que trabajan con la planta Amaryllidaceae, entre ellos destaco a Jaume Bastida, un profesor de la Universidad de Barcelona en España, quien trabaja con esta familia alrededor de 30 años, preocupado por conocer el potencial de esta planta no solo en Europa sino también en Latinoamérica. Aunque cada profesor se especializa en algún aspecto, puede ser la parte clínica, la botánica, la química biológica y demás”, explica la química Natalie Cortés.

Lo primero que nos comentan los científicos a tener en cuenta es que se trata de un análisis por computadora. Se posee una plantilla o molde de donde actuaría el medicamento, en qué parte del cuerpo humano efectuaría, y a través del software se analiza si el medicamento es activo o no para esa enfermedad o qué tipos de medicamentos pueden ser activos.

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“Es explorar si una molécula o un compuesto químico, ya sea sintetizado en el laboratorio o producido por la naturaleza, puede ser activo para cualquier tipo de enfermedades. En este caso trabajamos con las moléculas de estas plantas Amaryllidaceae para identificar si son activas para el Alzheimer. Luego sigue la etapa experimental en laboratorio”, expone Edison Osorio.

Dificultades que conlleva la investigación de este proyecto

La obtención de los recursos económicos es un tema bastante delicado, debido a que es un proyecto costoso en el cual se necesitan grandes montos de dinero. Por esto, se necesitó realizar una descripción detallada de la propuesta con el fin de que fuera tomada en cuenta para ser financiada la mayor parte de la adquisición y obtención de los equipos, así como de la maquinaria necesaria para llevar a cabo este arduo proceso.

De igual manera, se evidenció como segunda dificultad la obtención suficiente del material vegetal de las plantas; estas, tienen un alto potencial farmacológico, aunque no todas las Amaryllidaceae producen galantamina, existen unas particulares que sí la producen. Siendo así, es necesario encontrarlas y propagarlas para tener suficiente cantidad.

De otra parte, los docentes comprenden que es compleja la implementación de diferentes metodologías y técnicas, las cuales van a permitir alcanzar los resultados que se quieren. Se requiere de validar las metodologías, que estén bien, que permita tener siempre los mismos resultados, que los datos sean precisos y, además, capacitar a los estudiantes en la parte del laboratorio y el manejo de los software… para todo esto se necesita de tiempo.

Resultados esperados

No conocemos la megadiversidad en Colombia, porque solo las plantas aprobadas en Colombia, las plantas medicinales, de todas las que hay, solo el 9 % son de acá, el otro 91 % son coproducidas; plantas traídas de África, Asia y Europa. No son colombianas, son introducidas.

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Para los docentes de la Universidad de Ibagué el potencial de este proyecto está en cómo explotar de una manera responsable el aprovechamiento de la biodiversidad, saber qué tenemos y usar dicho potencial, pero no acabar con la biodiversidad.

“La usamos, la aprovechamos, tiene un impacto tanto económico como social, pero el impacto económico se le retorna a la protección de la zona de las plantas. Somos muy ricos en nuestra biodiversidad y proyectos como este son los que le dan un impulso para aprovecharla de manera responsable”. Sin embargo, el resultado más grande es obtener la formulación a través de las metodologías y procesos biotecnológicos de los medicamentos a nivel nacional; un medicamento limpio que cumpla con todos los estándares a nivel internacional del Invima.