Como es natural, los recomendados de siempre aparecen en el listado, como el Museo del Oro, Monserrate y el Cementerio Central, además de algunas ofertas gastronómicas novedosas en diferentes puntos de la ciudad que recoge el diario neoyorquino.

Sin embargo, llaman la atención 3 sitios que de pronto a un bogotano no se le ocurriría recomendarle a un extranjero, ya sea por desconocimiento o porque no está en su ‘top of mind’.

Estos son los tres, que no son los típicos, pero que pueden resultar en una experiencia enriquecedora para los turistas extranjeros, de otras regiones del país, e incluso para los residentes de Bogotá que no los conocían o no les conferían su valor turístico.

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Paloquemao: la periodista que escribe la nota destaca de esta plaza de mercado en el centro de Bogotá su gran variedad de frutas exóticas y su venta de canastos, y hace énfasis en lo colorido de las botellas con ‘pociones mágicas’ para atraer la suerte y ‘levantar a los muertos’.

Trama Casa de Creadores: esta edificación alberga un emprendimiento de varios pequeños empresarios que ofrecen restaurante, peluquería, sitio de tatuajes, tienda de ropa de diseñador y una librería cuyas obras son escritas únicamente por mujeres. Está ubicada en la calle 56 Nº 6 – 33.

Café de la fonda: el artículo detalla parte del menú de cafés tipo exportación que ofrece el establecimiento, así como su venta de artesanías. Para el bogotano corriente, llama la atención que el café está ubicado en una zona que reúne industria, residencias y sitios de prostitución, al que la publicación estadounidense describe como “un barrio tranquilo”. La fonda, que vale la pena visitar, está ubicada en la calle 24 No. 19 – 96, barrio Santa Fe.