El fuerte acto de discriminación contra la escultura viene después de que, como señala el portal Barcelona Secreta, la obra de Fernando Botero fuera recibida con recelo (como algunas de las obras de Gaudí) en 1987, pero también luego de convertirse en “un símbolo histórico y representativo de este barrio de la capital catalana”.

El líder de la organización política independentista Cataluña Acción (Cataunya Acció, en catalán) fue muy duro con la obra del escultor paisa al decir que no refleja ninguno de los valores históricos de Barcelona y el país: “No tiene absolutamente nada de la cultura nacional; (…) si despersonaliza la capital de Cataluña, despersonaliza a todo el país”, dice Espot, como consta en este video publicado en su cuenta de Twitter:

mujer golpea a hombre

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El político independentista acompaña su trino con un texto que de paso ataca la gestión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau: “El Raval de Barcelona es el laboratorio de la operación española comandada por la familia política de @AdaColau para minimizar a los catalanes dentro de nuestra propia nación”.

Varias de las reacciones de usuarios de Twitter coinciden en que este es un acto de segregación no solo de la obra de Botero, sino de las personas que no son catalanas y que viven allí, como señala este trino que denuncia que hay empleados de restaurantes que han sido despedidos por no saber hablar catalán, pese a que todo el mundo habla español en la ciudad y en la región:

El periodista colombiano Camilo Baquero también opina que es un acto de discriminación: