Horacio Dargainz, abogado de la familia Galarza, le dijo a Clarín:

“Las pruebas indican que ella no disparó el arma. Que ella haya asumido la responsabilidad del hecho es otra cosa. La parafina salió negativa en la ropa y en las manos”.

El jurista también dijo que el estudio balístico se lo hicieron tanto a Nahir como a su madre, y que en ambos casos los resultados fueron negativos. Por eso, dice ninguna de las dos disparó el arma que acabó con la vida del joven de 20 años, al menos en teoría.

El citado medio explica que una prueba con parafina trata de encontrar rastros de pólvora en la ropa y en las manos del presunto asesino, con el objetivo de determinar si esa persona disparó un arma. Sin embargo, debido a la existencia de otras tecnologías mucho más precisas, este estudio es considerado de poca precisión.

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Sergio Rondoni Caffa, fiscal del caso, se mostró desconfiado con la prueba, y agregó que ese examen se hizo 6 horas después del homicidio, cuando Nahir ya se había cambiado de ropa, se había arreglado y “transpiraba mucho”. Por eso, dice, la prueba no significa que la joven no haya apretado el gatillo.

Por su parte, Víctor Rebosio, otro abogado de la acusada citado por Todo Noticias, dijo que se debe “inclinar ante la prueba, no ante la versión” y agregó:

“Lo que condenan son las pruebas, y la parafina da negativo, como que Nahir no efectuó el disparo. Ella no disparó por más que diga que lo hizo”.

A pesar de eso, la estrategia de la defensa de Galarza no se centrará en desmentir el crimen, sino en demostrar que la joven de 19 años era víctima de violencia por parte de su pareja. “Es una víctima de violencia de género que explotó. Estaba defendiéndose, y no atacando”, dijo el abogado Dargainz. Rebosio también se pronunció en ese sentido:

“Ella hoy en día enfrenta un proceso, pero el 29 de diciembre enfrentaba su propia muerte”.

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