De acuerdo con la BBC, miles de adultos mayores fallecieron en los últimos meses por culpa del virus en los ancianatos del Viejo Continente. No obstante, la mayoría no fueron reportados en los balances oficiales, principalmente en los del Reino Unido, España e Italia, agregó el informativo inglés.
La cadena de noticias británica, igualmente, señaló que las autoridades sanitarias de esos países no hacen un seguimiento diario de la mortalidad en los ancianatos, pese a que son uno de los focos más grandes de la pandemia.
Según el director general adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Ranieri Guerra, en Italia lo que ha sucedido en las residencias de reposo en las últimas semanas es “una masacre”.
El Instituto Superior de Sanidad de ese país (ISS) informó este fin de semana que entre 6.000 y 7.000 adultos mayores fallecieron en los ancianatos entre el 1 de febrero y el viernes pasado, cifra que dobla las reportadas oficialmente.
De esos fallecidos, menos de 1.000 fueron sometidos a los tests, pero el 40 % tuvo síntomas de la enfermedad respiratoria, como tos seca y fiebre, explicó Graziano Onder, funcionario del INSS, en rueda de prensa.
España, por su parte, es uno de los países con mayor número de personas fallecidas en centros de retiro, con 11.600 decesos. No obstante, más de 5.300 murieron sin ser sometidas a las pruebas del coronavirus, por lo que no figuran en las estadísticas oficiales.
Solo en Madrid, epicentro de la pandemia, las autoridades confirmaron 4.953 defunciones en residencias de adultos mayores y centros para personas con discapacidad entre el 8 de marzo y el 15 de abril; 781 por coronavirus y 4.172 de personas con síntomas, aunque sin ser diagnosticadas.
Finalmente, en el Reino Unido las autoridades han contabilizado de manera oficial hasta ahora 217decesos por COVID-19 en los 2.200 ancianatos del país. Sin embargo, la Care England, organización que gestiona estas residencias en Inglaterra, estimó que más 1.800 ancianos han muerto por el virus.
La BBC enfatizó que en estos países e incluso en Francia, los pacientes que mueren en las residencias de retiro o en sus casas no son incluidos en los informes oficiales, pues “únicamente contabilizan a aquellas personas que fallecieron en los diferentes hospitales”.
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