Pero la afirmación de Omarosa, como popularmente se le conoce en Estados Unidos, es mucho más específica (e igualmente controvertida), ya que asegura que la primera dama pedirá el divorcio tan pronto como su esposo deje de ser presidente del país, informa Newsweek.

En el libro, Omarosa dice:

“En mi opinión, Melania está contando cada minuto hasta que él [Trump] esté fuera del cargo y ella pueda divorciarse de él”.

Pero eso no es todo. Omarosa asegura que Melania también usa sus pintas (a veces aclamadas, a veces extrañas y hasta polémicas) como arma contra su esposo, y menciona dos casos: una blusa fucsia con un nudo en el cuello, que usó en un debate presidencial, antes de las elecciones; y una chaqueta que tenía una enigmática frase.

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Melania vistió la blusa fucsia de cuello ‘pussy bow’ justo cuando fue revelada una grabación de Trump, de 2005, en la que decía que a las mujeres se les puede “coger por la vagina” (“grab them by the pussy”). El Mundo explicó en su momento que la palabra ‘pussy’, además de vagina, se puede traducir como “gatito” (el estilo de camisa lleva el nombre ‘pussy bow’ por los nudos que se les ponen a esos animales), de manera que el atuendo de la primera dama sería una especie de juego de palabras a través de su ropa.

Melania Trump
Melania Trump con su camisa ‘pussy bow’ / Getty Images

Omarosa también menciona la chaqueta verde de Melania, que en la espalda tenía la frase “I Really Don’t Really Care. Do U?” (“En realidad no me importa, ¿y a ustedes?”). Según la exasesora, el uso de la prenda es una muestra de la rebelión de Melania contra su esposo, porque le pidieron limpiar la imagen de él con respecto al encierro de niños inmigrantes. La chaqueta generó mucha controversia y, de paso, representó un nuevo problema para Trump, explica People.

Melania Trump
Melania Trump con la chaqueta del mensaje / Getty Images

“Creo que Melania usa su estilo para castigar a su esposo”, dijo la exasesora.

La relación entre Melania y Donald Trump ha sido una de las cuestiones no políticas que más han llamado la atención desde que el magnate inmobiliario llegó al poder. Ya antes, en el libro ‘Fire and Fury’ (‘Fuego y furia’), el periodista Michael Wolff aseguró que la pareja dormía en habitaciones separadas.

Por todas sus revelaciones (incluida una grabación de la conversación en la que le notificaron su despido), Omarosa ha sido el blanco de duros ataques del presidente estadounidense que, por ejemplo, fiel a su estilo, este martes se refirió a ella como “perra”.