“No nos van a distraer con ollas montadas”, expresó Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de 50 países.
“Al títere diabólico le acabamos de desmantelar un plan, que dirigía él personalmente, para matarme”, había dicho el gobernante socialista el sábado durante una marcha del chavismo en Caracas.
Según él, Voluntad Popular puso en marcha una operación para que “sicarios” contratados en El Salvador, Guatemala y Honduras y entrenados en Colombia cometieran “asesinatos selectivos” y “sabotajes” a servicios públicos en Venezuela.
Señalado como “organizador”, el jefe de despacho de Guaidó, Roberto Marrero, fue arrestado el jueves por agentes de inteligencia.
En un mensaje que difundió este domingo en Instagram, Guaidó llamó a sus partidarios a prepararse para “la fase máxima de presión” en su pugna con Maduro.