Escrito por:  Redacción Mundo
Oct 26, 2023 - 1:12 am

“No hay vuelos de avión. No hay autobuses entre Ciudad de México y Acapulco”, constató un fotógrafo de la AFP horas después de que el huracán tocara tierra con vientos de hasta 315 km/h. “En Acapulco no hay señal internet ni energía (eléctrica)”, agregó el periodista, que pudo salir de la ciudad para transmitir sus fotos.

El huracán impactó particularmente a los turistas y visitantes de este famoso balneario, con una ocupación hotelera del 50%. “En Acapulco, había una convención de minería. Se quedaron atrapados”, relató el corresponsal de la AFP.

“No nos dejan salir, estamos incomunicados. Ojalá alguien de mi familia me vea para que sepan que estoy bien”, dijo también Nely Palacios, una turista mexicana, a la cadena Televisa.

Las primeras imágenes mostraron hoteles de lujo y plazas comerciales reducidos a sus estructuras de concreto, y comenzaban a multiplicarse escenas de rapiñas.

“Los daños materiales son devastadores, no tenemos agua, no tenemos luz, pero estamos sanos y salvos”, dijo Citlali Portillo, administradora de una residencia para turistas, a la cadena Televisa. “¡El edificio se movía como si fuera un sismo y se movió así durante dos horas!”, añadió la mujer que debió resguardarse en la tina de un baño durante el paso del meteoro. “Así es como nos salvamos”, agregó.

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“Tuvimos que cerrar las puertas con lo que encontramos para que no volaran los cristales”, contó a la AFP Eric Hernández, de 24 años, quien habita un pueblo cercano a Acapulco y se encontraba en el balneario donde acompañaba a un familiar en una clínica en el momento del impacto. “Nos tocó ver cómo arrastraba carros, postes, las láminas. El piso de la clínica se movía”, detalló mientras volvía a su pueblo caminando por la carretera.

Otis tocó tierra pasada la medianoche local como un huracán categoría 5 (la máxima en la escala de vientos Saffir-Simpson), pero hasta el momento no se reportaban víctimas.

Otis, que se transformó en cuestión de horas en un huracán mayor y “potencialmente catastrófico”, según autoridades meteorológicas, sorprendió al gobierno y al propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien partió hacia el puerto por carretera la tarde de este miércoles y su viaje se retrasó por deslaves y afectaciones en carreteras.

La caída de las telecomunicaciones también dificultaba la cobertura periodística, con muy pocos medios de alcance nacional con capacidad de transmitir desde la zona de desastre.

Otis impactó como categoría 5, la más destructiva en la escala de intensidad Saffir-Simpson, dejando sin servicios al puerto. El aeropuerto de Acapulco lucía inundado y con destrozos en techos y ventanas, de acuerdo con imágenes televisivas. Cientos de turistas caminaban con lo que lograron salvar de sus pertenencias por la avenida Miguel Alemán, la principal de la ciudad, según las imágenes de televisión.

Luego de su paso por Acapulco, el huracán se desintegró en el montañoso territorio suroccidental de México.

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